Si hay alguien preocupado por lo que pueda pasar este fin de semana, ese es Andrea Dovizioso. El Campeonato del Mundo de MotoGP aterriza por tercera vez en España esta temporada 2017 y lo hace para una de las pruebas que a la postre serán más decisivas de todo el calendario. Dovizioso y Márquez romperán su empate a 199 puntos en la clasificación general y, a partir de ahí, cada vuelta en cabeza valdrá un campeonato.
Dovi se encuentra en el mejor estado de forma que ha estado jamás. Hasta la fecha, el mejor resultado a final de año para el piloto italiano fue en 2011, cuando sobre la tercera Honda RC213V del equipo Repsol Honda acabó la temporada en tercera posición general por detrás de Casey Stoner y Jorge Lorenzo habiendo sumado un total de seis podios aquel año.
Primera bola casi de partido para Dovizioso
Tras la relativa decepción en la fábrica japonesa se marchó un breve exilio enclavado dentro del equipo Monster Yamaha Tech3 donde con su buen hacer sobre la Yamaha YZR-M1 satélite le llevó siete veces al podio durante 2012, pero cerrando el año en quinta posición. Sólo un año más tarde, Dovizioso pasaría a formar parte del sueño italiano de Ducati.
Sobre una Desmosedici complicada como pocas, Dovizioso se tuvo que esforzar carrera a carrera por colarse dentro del top 10, acabando su primera temporada sobre la moto de Borgo Panigale en octava plaza con el cuarto puesto en el Gran Premio de Francia como mejor resultado de todo 2013.
Desde entonces DesmoDovi lleva trabajando como un animal en mejorar año a año su montura. Una montura con la que ya tiene una sólida relación después de casi cinco temporadas completas luchando por hacer de ella una moto competitiva y, ahora junto al gurú Gigi Dall'Igna, por fin han conseguido estar delante.
Cuatro victorias y dos podios este 2017 le han valido para encarar las cinco últimas carreras de la temporada empatado a puntos con un Marc Márquez al que le puede sacar los colores. La Ducati funciona, es una moto competitiva en todos los circuitos y sobre todas las condiciones. Incluso pese a ser la moto más potente de la parrilla resultan tremendamente efectivas sobre pistas mojadas.
"Ahora sabemos que somos competitivos en todos los circuitos y tanto mi equipo como yo estamos muy motivados para estas últimas cinco carreras", declaraba Dovizioso antes de viajar hasta la pista turolense. "Lucharemos por el podio este fin de semana", decía, pero si quiere llevarse el título frente a un peso pesado como Márquez deberá hacer algo más que subir al podio.
En menos de dos meses, cuando acabemos el Gran Premio de Valencia, veremos si Dovizioso logra devolverle la gloria a Ducati desde el título de Stoner en 2007 y a Italia desde la última corona de Rossi en 2009.
Fotos | Ducati Press
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