Seguramente el culebrón que se traen entre el Grupo Volkswagen y Ducati sea el más seguido por los aficionados al motociclismo. Tras los últimos rumores que apuntaban que la marca de motos saldría del grupo alemán para ayudar a mitigar los daños del Dieselgate y grandes corporaciones como la india Bajaj dispuestas a comprársela a Audi, puede que al final todo se quede como está.
Ya hablamos sobre que no tendría mucho sentido deshacerse de una marca que en 2016 creció por séptimo año consecutivo, con unas ventas de 55.451 unidades en todo el mundo por valor de 731 millones de euros y 51 millones de beneficios. A la vista de estos números es lógico que haya voces dentro del Grupo VAG que se oponen a su venta, y quizá este sea un escollo insalvable en los planes del gigante alemán.
Una mayoría interna opuesta a las decisiones de Volkswagen
Los motivos para deshacerse de una firma como Ducati no son pocos. Sólo en Estados Unidos Volkswagen se enfrenta a unas sanciones iniciales de 15.000 millones como consecuencia del fraude de emisiones en sus vehículos y otros 3.900 millones más en multas. Despidos masivos, cancelaciones de proyectos, responsables detenidos... El Grupo VAG necesita un lavado de cara y se van a volcar en acelerar la electrificación de su gama para mejorar su imagen, así que necesitan cash.
Por otro lado, todo esto parece no afectar financieramente al grupo que se embolsó 5.144 millones en el ejercicio 2016 y otros [4.370 millones sólo durante el primer trimestre de 2017](¿Qué Dieselgate? Volkswagen cierra el primer cuatrimestre de 2017 con 4.370 millones de beneficio). Visto así no parece que Volkswagen necesite deshacerse de Ducati, una venta que sólo aportaría unos 1.500 millones a las arcas del gigante de la automoción.
Con argumentos tanto a favor como en contra, algunas voluntades se han sublevado en el seno del Consejo de Supervisión, el organismo encargado de la toma de validar las decisiones del Comité Administrativo y el que decide en última instancia si se vende o si no se vende. Allí 20 consejeros son los encargados de votar las decisiones y 10 de los asientos corresponden a los líderes sindicales de la empresa.
Según Reuters, estos líderes opinan que unos ingresos de 731 millones son más que suficientes para no llevar a cabo la venta de Ducati y prefieren mantenerla en cartera, apuntando que "no necesitamos el dinero de la venta de nuestras filiales", una opinión compartida por las familias Piech y Porsche, propietarias de la mayor parte del accionariado con derecho a voto y que suman otros cuatro asientos en el Consejo de Supervisión, sumando una clara mayoría.
Por el momento parece ser que es el Consejo de Administración el que ha tomado la iniciativa en las negociaciones para la venta, pero todo apunta a que sus planes podrían acabar en papel mojado puesto que de momento no han consultado con el organismo que les debería dar el ok definitivo.