Ya sabemos de la impunidad de las marcas chinas en su territorio, pero en Europa es otro pastel totalmente distinto porque existe la propiedad intelectual (allí también, pero funciona de otra manera). En 2013, Piaggió solicitó una patente tridimensional que un grupo chino acabó reclamando, irónicamente, por parecerse a los suyos.
Han pasado diez largos años hasta que ahora, este mismo noviembre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea da la razón al grupo Piaggio por reclamar lo que es suyo, su propia patente que un grupo chino le copió.
Europa le concede en exclusiva a Vespa las patentes del diseño de sus motos
Finalmente, la instancia superior, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha reconocido que Vespa, solo hay una. Tras muchas idas y venidas y un fallo inicial en contra de Vespa y a favor de los chinos, el TJUE ha reivindicado que la forma de sus scooters queda registrada en la UE, impidiendo su copia por cualquier otra empresa.
Para entender el asunto tenemos que viajar en el tiempo hasta 2013, momento en el que el grupo Piaggio presentó una solicitud de marca de scooters ante la EUIPO, la Agencia de la Propiedad Intelectual comunitaria.
Hasta ahí todo bien, hasta que apareció un sorprendente protagonista: el grupo chino Zhejiang Zhongneng Industry Group Co. Ltd., que irónicamente solicitó cancelar la marca presentada por Vespa para poder comercializar sus propios scooter con un diseño similar.
Lo más surrealista no es la demanda, sino que la EUIPO aceptó la petición de los chinos en 2021. La agencia comunitaria señalaba, entre otras cosas, que Piaggio acusaba una falta de pruebas "de carácter distintivo de la marca que representa un scooter".
Naturalmente, Piaggio recurrió. Los argumentos eran sólidos para una histórica marca. Por eso presentaron ante el tribunal encuestas, datos de ventas, y hechos significativos como la presencia de la Vespa en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el uso de sus scooter en distintas películas o la presencia de cientos de clubes de la marca. Vamos, que reclamaban su carácter universal e icónico en el entorno de la UE.
Semejante y surrealista batalla legal ha terminado ahora, este noviembre de 2023 y tras diez años de lucha en los tribunales. El TJUE valoró que "al cancelar el registro de la marca, la EUIPO cometió un error en la valoración de los hechos del caso".
Así que a partir de ahora, y con el sello de la máxima autoridad judicial en la eurozona, Vespa es ya inimitable porque el TJUE ha impedido copiarla en la zona comunitaria.