Es muy fácil encontrar piezas de recambio de segunda mano para las motos. Páginas de internet, grupos de Facebook, incluso tienda, las opciones son múltiples. Pues eso podría tener los días contados porque desde Europa quieren tener un mayor control de esas piezas usadas y han dado un paso adelante para prohibirlo.
La Unión Europa se escuda en la lucha contra el cambio climático y ya está preparando una legislación que afectará al final de la vida útil de las motos, buscando unificar criterios con las leyes de los coches.
Habrá que llevar la moto al desguace, como con los coches
En España ya tenemos la Ley de recambios usados. El real decreto 20/2017 prohíbe la venta de recambios entre particulares, restringiendo esa actividad a los desguances o CAT. Sin embargo, no afecta a las motos de dos ruedas: motocicletas y ciclomotores básicamente, ni tampoco los sidecar. En Europa ya están debatiendo para que eso cambie.
Según el real decreto 265/2021, todo vehículo que esté al final de su vida útil tendrá la consideración de residuo y el propietario será obligado a llevarlo al desguace y habría que achatarrarlo.
Los desguaces tienen la obligación legal de garantizar que todos los metales pesados y líquidos corrosivos y peligrosos tengan un fin controlado. Para ello hay una Directiva europea que obliga a los países de la zona euro a tener sus leyes al respecto, y que por el momento no incluye a las motos, pero todo tiene pinta de que está a punto de cambiar.
En Europa están estudiando con lupa y debatiendo incluir que a las motos se les incluya en dicha directiva. Según lo que se está planteando, los metales pesados como el cadmio o los fluidos extraídos de la máquina tendrían que pasar por un proceso regulado.
Gran cantidad de motos acaban inutilizadas con el paso de los años por distintos motivos, pero siguen siendo ‘donantes’ de otras. Sus piezas útiles son vendidas en el mercado de la segunda mano. En algo habitual como eso se han fijado en la Unión Europea, que quiere poner fin a esta práctica.
Lo que sucede con los coches es que deben reciclarse en instalaciones de tratamiento autorizadas los desguaces o CATV (Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos). Actualmente Europa se ha puesto el objetivo del 85 %, pero quiere llegar al 100 % en los próximos años.
¿Por qué hay que ir al desguace y no se puede hacer en casa? Los metales y otros líquidos de los coches y motos tienen sustancias nocivas y contaminantes que no se pueden eliminar desde casa, o al menos no de forma controlada. Y esos son los dos motivos que tiene la UE para aplicarlo también al mercado de las piezas de motos de segunda mano.
La dinámica podría ser similar: cuando un particular quiera desprenderse de su moto no habrá que pagar por entregarlo en el desguace, pero no puede haber sido objeto de ninguna operación previa de desmontaje de piezas.
Las críticas no se han hecho esperar, empezando por la Federación de Asociaciones Europeas de Motociclistas (FEMA), que ha puesto el foco en los propietarios de motos antiguas. Defiende a capa y espada el modelo actual, y pide que la Directiva europea permita el reciclaje en casa o que al menos las motos clásicas queden exentas de ella.
La FEMA remite a un estudio sueco para defender su punto de vista. Argumentan que de una muestra en la que se analizaron entre 500 y 700 motos al año, se reciclaban entre el 80 y el 100 % de ella. También reflejaban que los componentes que seguían en circulación se revenden, pero que los demás son reciclados de acuerdo a la normativa.