Resulta increíble ver cómo la pandemia está creando unos problemas para los que algunos tienen soluciones que de otra manera tal vez habríamos tardado unos cuantos años más en ver.
Hablamos de un exoesqueleto que está en fase de pruebas y que puede ayudar a los repartidores de paquetería y comida a domicilio ante la gran avalancha de pedidos que hay debido al confinamiento obligatorio y al cierre de comercios en muchos países.
Puede cargar hasta 50 kg de peso y se puede usar durante cinco horas seguidas
Straight out of a video game: China’s ubiquitous food-delivery app https://t.co/O6kOT9RrJG caught the Chinese internet’s attention this week after testing a powered exoskeleton for its couriers. The exoskeleton endows the wearer with the strength to carry up to 50 kg with ease. pic.twitter.com/4elmxRhLDU
— Sixth Tone (@SixthTone) April 30, 2020
Por mucho que pueda parecer un artefacto del futuro, este tipo de exoesqueletos llevan desarrollándose unos cuantos años, salvo por el hecho de que el destino hasta ahora era exclusivamente militar, para uso en grandes almacenes o fábricas y para personas con problemas de movilidad, por lo que no están muy extendidos y todavía no son muy conocidos, al menos en España.
No sabemos el coste que tienen pero imaginamos que es elevado y dependerá del modelo, como en cualquier sector. La llegada del coronavirus y sus consecuencias sociosanitarias ha dado lugar a que se haya puesto en marcha este proyecto, que busca saber la viabilidad que tendría.
La responsable de que este exoesqueleto esté en boca de todos es Ele.eme, una empresa china dedicada a la entrega de comida a domicilio y que tiene acuerdos en el país con compañías como Burguer King, McDonald’s o Pizza Hut, entre otras que no sabemos nombrar.
El modelo concreto que están probando algunos de sus repartidores es el HEMS-GS de ULS Robotics, exclusivo para el tren inferior del cuerpo y que permite una capacidad de carga de hasta 50 kg. Su autonomía es de unas cinco horas y el objetivo es que el empleado pueda aparcar el coche, la bicicleta o la moto en una zona no restringida y desplazar una gran cantidad de pedidos en un solo viaje y sin fatigarse.
Es decir, que pueden moverse en vehículo hasta los aledaños de una zona o comunidad de vecinos concreta en la que el acceso sea complicado o en la que no sea posible aparcar fácilmente, como ocurre en muchas grandes ciudades, descargar los pedidos y colocarlos en los compartimentos de este exoesqueleto que pesa unos siete kg. Quizá resultaría algo aparatoso para llevarlo en la bicicleta…
Como sea, esto les permite moverse más rápido, cansarse menos y ser más productivos. Por ejemplo, en China resulta de gran utilidad en los altos edificios antiguos que no tienen ascensor pero las ventajas son muchas más y evidentes, no así el precio que tendrá.
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