Eso de que 'va como un avión' es un dicho popular bastante extendido, pero hay un checoslovaco que se lo ha tomado muy enserio. Pavel Malanik es un artesano que trabaja y esculpe las motos a su gusto, y en este caso su última obra le ha llevado a hacer una moto como un avión.
La JAP V8 ya nos da una pista del propulsor que lleva bajo un chasis tan desnudo como impactante. Es el motor hecho a mano a semejanza de uno clásico utilizado en aviación, y que se ha ganado uno de los premios más prestigiosos de los últimos tiempos.
A pesar de ser un V8 su potencia se calcula en unos 50 CV
Es el proyecto más grande y espectacular del checo hasta la fecha. Malakik ha dedicado gran parte de su vida a modelar motos clásicas y en la última etapa, se ha lanzado a hacer las suyas propias. Siempre tenían un toque propio: transmisión por correa a la rueda trasera, como hace 100 años. Para su última obra tuvo que cambiar su modus operandi por el que sus motos se identificaban y utilizar una doble cadena gruesa.
JAP no es un nombre elegido al azar, como puedes imaginar: es el acrónimo de John Alfred Prestwitch, un fabricante de motos inglés del siglo pasado. Es habitual que muchos fabricantes europeos utilizasen los motores JAP, pero no solo en motos... También en aviones, en concreto el JAP V8.
Muchos aviones utilizan este motor del que ya no parece sobrevivir ninguno en funcionamiento. Hablamos de un propulsor utilizado a principio de la década de 1910. Al menos Pavel Malanik no encontró ninguno para poder restaurarlo y meterlo en una moto. Pero sí lo encontró de exposición en el Museo de la Ciencia de Londres.
Así que con un permiso especial del museo, el checo se desplazó hasta el museo y estuvo midiendo y fotografiando con extremo cuidado a la pieza histórica para hacer el suyo propio. Elaboró un plano con toda la información recopilada y en 2017 se puso manos a la obra en su taller para hacer una réplica que pudiese acoplar al chasis de una moto.
La mayoría de piezas para construir el motor de cero son elaboradas a mano en su taller, con ayuda de un amigo que tenía una máquina CNC de cinco ejes y piezas menores que compró a terceros y que se pueden contar con los dedos de la mano. Una de las partes más destacadas de este motor es el tren de válvulas OHV, sin tapa y con los balancines al descubierto para ver su funcionamiento.
El conjunto final es un V8 de 4.400 cc y un pico de potencia de 1.300 rpm a unos 50 CV, con un par máximo de 250 Nm a 1.000 rpm. Para frenar la moto tiene dos rudimentarias palancas de freno en el pie, una a cada lado, ya que la rueda delantera no tiene freno.
La parte ciclo también es obra particular. El conjunto está montado sobre un chasis de acero tubular diseñado y fabricado por él mismo, soldado en latón. Se complementa con una horquilla modificada a partir de un modelo actual, sin nada en la parte trasera. El conjunto se completa con unas llantas de 26 pulgadas y 40 radios, con una distancia entre ejes de 1.720 mm y 2,40 metros totales de moto.
Para subirse a ella hace falta tener una buena espalda; el manillar está muy cerca del sillín, inclinado verticalmente 45º por lo que la posición no es lo más cómoda.
No pesa poco: 260 kg en total, con un depósito de 6 litros que puede recorrer 80 km. Viajar tampoco es fácil, porque requiere lubricar 90 puntos del tren de válvulas del motor V8 manualmente, y necesita un motor auxiliar para poder arrancar.