Hay historias que por mucho que nos cuenten, son difíciles de creer. La última, por ejemplo, la de un sevillano al que retiraron el carnet hace más de 10 años, y desde entonces no solo ha estado montando en moto, sino que se presentó en el cuartel de la propia Guardia Civil a preguntar algo.
El punto álgido de esta historia es cuando un agente detecta que no tiene carnet, y el hombre le torea. De allí sale escaldado, no sin antes vacilar a los agentes del cuerpo.
La ha pagado: ahora ha sido procesado por un delito contra la seguridad del tráfico
Circular con el carnet de conducir retirado está contemplado en el código penal como un posible delito, dependiendo de las circunstancias. Algo que no importó mucho a este sevillano sobre quien el juzgado ha dictado sentencia este mismo mes de julio de 2023 después de unos hechos que se remontan unos años atrás.
La historia tiene como lugar el cuartel de Santiponce (Sevilla), cuando el protagonista de la historia tuvo la idea de presentarse en el cuartel de la Benemérita conduciendo una moto. El problema era que no tenía carnet para hacerlo porque se lo habían retirado.
La sentencia emitida hace unas semanas por la Audiencia de Sevilla narra que el conductor perdió su permiso de conducir en octubre de 2010, pero no se hizo efectiva hasta enero del 2011, exacto momento en el que quedó inhabilitado para conducir cualquier clase de vehículo.
Pasaron los años y al protagonista le da por acudir al cuartel de la Guardia Civil siete años después, en 2017. Fue con el objeto de hacer una pregunta, pero claro, al entregar su documentación, el agente se percató de que llevaba un casco bajo el brazo pero que figuraba como que tenía prohibido conducir.
El agente no dudó en decírselo, a lo que el paisano respondió que ya "lo sabía". Benevolente, el guardia le dejó ir, pero con una condición: que "no haría uso de la motocicleta en la que había venido y que volvería a pie".
Salió del cuartel con la duda resuelta y una amonestación. Ni corto ni perezoso, el hombre no cumplió con su promesa al guardia porque se subió a la moto y se marchó conduciéndola como había venido.
Naturalmente le llegó la sanción por tal acción. Y el descaro fue mayúsculo cuando se le ocurrió recurrir la multa por conducir sin carnet, que lo tenía retirado desde hace siete años. En el recurso, que fue desistido, argumentaba que la multa no le había sido debidamente notificada.
La historia se cierra con el sevillano siendo proceso por un delito contra la seguridad del tráfico, además de persistir la prohibición de conducir. "Queda acreditado que el acusado era perfectamente conocedor de la existencia de aquella resolución por la que se dispuso la pérdida de vigencia de su permiso de conducir", menciona la Audiencia de Sevilla en su sentencia.