El lujo no siempre viene de fuera. En nuestro país también tenemos empresas que se dedican a crear productos de más alto nivel, y mucho mejores que los de fuera. En el último Mobile World Congress celebrado no escapó de la vista de nadie un patinete un tanto caro, pero altamente inteligente.
Inteligente por la cantidad de sistemas que trae. Hablamos del nivel de una moto o incluso de un coche, porque es incluso capaz de prevenir accidentes. Es el Lampsy, un lujoso patinete español que supera los 10.000 euros.
Su precio es de 13.800 euros
Si el patinete de Bugatti ya parecía caro (1.200 dólares), el Lampsy se lleva el premio. Literalmente no podemos buscarle ningún rival, porque la tarifa de partida es de 13.800 euros, y eso sin contar que hay dos extras, el análisis de imagen de 900 euros y el acabado en madera, otros 600. Quizá el rival más equipado, al mismo nivel, sea un Dacia Sandero, que cuesta 12.040 euros.
La pregunta es cómo puede ser un patinete tan caro. La respuesta la encontramos en la tecnología, concretamente en un sistema ayudas a la conducción que previene accidentes.
A falta de una, tres pantallas. Más que un patinete parece una cabina de un avión o incluso un coche de última generación. Mientras la pantalla principal de 4,3 pulgadas sirve para los controles básicos, tiene otras dos acopladas en los laterales a modo de retrovisores.
Viene equipado con varias cámaras de inteligencia artificial. La 'gracia' de este sistema es que es capaz de detectar situaciones de riesgo a través de la lectura de la carretera y avisa a través de unos altavoces estéreo. Tampoco le falta GPS y sistema de autenticación con desbloqueo biométrico (como el móvil, por huella dactilar o el rostro).
En el apartado mecánico viene con una batería de 21.000 mAh que ofrece una autonomía de 100 km, para un tiempo de recarga de 7 horas y una velocidad de 45 km/h, limitada a 25 km/h.
Físicamente tiene unas curiosas líneas que escapan de los patinetes que conocemos habitualmente. Tiene hasta componentes premium como cuero y madera, con luces LED delanteras, traseras y laterales.
Detrás de este patinete hay mucho dinero. Tal y como relató el fundador de la start-up a La Vanguardia, en su día el proyecto salió adelante con una inversión de 950.000 euros y otra ronda de un millón de euros para conseguir llegar al mercado. El MWC fue la prueba de que lo han conseguido aunque ahora habrá que ver la cuota de mercado. Llegará en julio del 2024.