El prestigio de las marcas chinas es bastante bipolar. Mientras algunas intentan labrarse el futuro en Europa con modelos competentes como Zontes o CFMoto, otras directamente se dedican a copiar. Pero no a copiar un par de detalles estéticos o mecánicos, no, sino a fusilar el modelo literalmente igual.
Jiajue es otro de los grandes fabricantes chinos. Lo de grande no es en vano: llevan en el mercado desde 1999 y allí tienen cierto renombre. Pues su último modelo es una copia calcada de la Honda CB650R y CBR650R pieza por pieza prácticamente.
Sus homólogas chinas valen 4.000 y 5.000 euros
No es la primera vez que algún fabricante chino de motos se dedica a copiar las motos de otras marcas japonesas o europeas. De hecho, Jiajue ya tiene ciertos antecedentes con esto de los plagios. La Jiajue N19 es una copia idéntica de la Kawasaki Z1000 en diseño, aunque en motor se asemeja más a una Kawasaki Z400 porque equipa un motor bicilíndrico de 400 cc y 28 CV de potencia.
La última obra de arte china es la Jiajue CN 800 Zhen, con otra variante deportiva, la CNR 800. A simple vista recuerdan a las Honda CB650R y CBR650R.
Tal es el nivel de copia que hasta el diseño del propulsor es casi calcado. El bloque motor es fabricado por Wuyi Weisenke Power Technology, dice Motorrad. Además de para esta moto, lo utilizarían para otros tantos modelos que ya están en el horno, y aunque dicen que no es copia de Honda, las forma y disposición sugieren lo contrario.
Es un propulsor de cuatro cilindros en línea y refrigerado por agua con 796 cc que da unas cifras de 117 CV y un par máximo de 93 Nm a 9.500 RPM. Cifras muy similares al motor de las hermanas Honda, que incluso mejora: los japoneses utilizan un tetracilíndrico en línea que mantiene un cubicaje de 649 cc, una potencia de 93,8 CV y un par de 64 Nm a 8.500 RPM.
Tanto la naked neo-retro como la deportiva china equipan suspensiones KYB, con horquilla invertida delante y monoamortiguador trasero, frenada firmada por Nissin con ABS, pantalla TFT, iluminación full-LED... Todo muy parecido a las Honda.
Lo más rompedor es el precio: 4.000 euros para la versión naked y 5.500 euros para la deportiva. Una batalla económica en la que Honda poco puede hacer, porque la CB650R cuesta 8.650 euros y la CBR650R cuesta 9.700 euros.
¿Cómo puede una marca china copiar tan descaradamente una moto?
Las cosas funcionan muy diferente al resto del mundo. Encerrados en su propia legislación, las normas internacionales no parecen ir con ellos. Las leyes de propiedad intelectual no se aplican bien en el país; aunque existen, ya que China tuvo que aceptar implantarlas, no las aplica (ni quiere) por su “condición de país en desarrollo" para no perder la competitividad.
Aunque estos modelos no llegarán a Europa, alguna empresa china de motos ya ha tenido algún que otro susto legal. En 2010, la sociedad china Zhejiang Zhongneng registró en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea una patente de scooter con un idéntico parecido a la Vespa LX. En 2014 el Grupo Piaggio lo denunció al Tribunal General de la Unión Europea y… Sorpresa: desestimó la denuncia y dijo que no había copia ninguna.
Por eso, esta misma marca, Jiajue, para salir al mercado internacional ha optado por crear una nueva división: Joyrace. Bajo ella, pretende exportar modelos a Europa, Estados Unidos, América del Sur, África y Asia, evidentemente, sin modelos que sean copias.
Sus números no son pocos: están en más de 200 países, y el valor de sus exportaciones alcanzó los 25 millones de dólares. O eso dicen.