Europa sigue adelante en su plan por prohibir los coches y vehículos gasolina y diésel desde 2035. Solo les queda dar el penúltimo paso en firme para que se materialice y saque adelante el paquete ‘fit for 55’. Sin embargo, hay un salvavidas para todos los amantes de las motos de combustión interna.
Y es que Europa considera que la contribución del sector dos ruedas a las emisiones totales del tráfico no es relevante, según ANESDOR. A grandes rasgos y por el momento, la medida no afecta a las motos y los vehículos ligeros (categoría L de homolación europea).
La medida solo afecta a turismos y furgonetas
El Parlamento Europeo ya ha aprobado la prohibición de vender coches y vehículos nuevos desde 2035 que tengan motor diésel o gasolina. La Eurocámara ha dado el sí a esta medida que lleva años sobre la mesa y un largo proceso burocrático. Todavía queda pendiente el sí del Consejo Europeo para que fuese 100 % oficial.
Eso supone que a partir de 2035 todos los coches y furgonetas de nueva compra que se vendan tendrán que ser cero emisiones. Eso incluye cualquier coche o furgoneta con motores de gasolina, diésel o híbridos.
El plan es reducir en un 55 % las emisiones contaminantes en 2030. También llega una nueva forma para medir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) durante un ciclo de vida. A partir de ahora la Comisión está obligada a emitir un informe bianual desde 2025 para evaluar el ritmo de las medidas. Y con todo ello, la 'enmienda Ferrari', que permitirá a algunos fabricantes con producción de entre 1000 y 10000 automóviles nuevos o entre 1000 y 22000 furgonetas nuevas fabricar modelos de combustión.
La duda es qué pasa con las motos, algo que no ha quedado muy claro hasta el momento. En la aprobación de la medida no hay ninguna referencia explícita a las motocicletas, sino que se detalla que afectará a "turismo y furgonetas".
En otras palabras, y según recalca ANESDOR, significa que desde 2035 se podrán seguir comercializando motocicletas, ciclomotores, triciclos, cuatriciclos –quads, microcoches- con motores de combustión en toda Europa.
Los socios europeos entienden que "contribución de este sector (las motos y los ciclomotores) a las emisiones contaminantes totales del tráfico rodado no es relevante, por lo que no es necesario incluirlo en las nuevas restricciones".
Dentro de todo este proceso la normativa Euro 5 tiene mucho que ver porque es cada vez más restrictiva en cuanto al nivel de contaminación de los motores de combustión interna de las motos. A partir del 2024 la cosa irá a más con la Euro5+, que tendrá criterios más restrictivos todavía.
Aunque se van a seguir vendiendo motos y ciclomotores de combustión interna, hay un claro ganador en todo esto: las motos eléctricas. La industria ya está cambiando el rumbo hacia lo eléctrico, y sin llegar a abandonar la gasolina, muchas marcas ya miran hacia el futuro.
No hay más que ver el plan de las fábricas japonesas. Suzuki ya anunció este 2023 su plan de aquí a 2030 para tener ocho modelos de moto totalmente eléctricos, aunque no terminan de renegar del todo de los motores de combustión interna. Honda sigue los mismos pasos, y espera tener 10 eléctricas para 2025. Kawasaki ya tiene en el horno y ha presentado sus Ninja y Z eléctricas.
Según los datos de ANESDOR, en España el año pasado, un 8,5% del total de las motos vendidas en España fueron 100% eléctricas.