Sin lugar a dudas el padre de la montesa Impala Leopoldo Milá, que empezó a trabajar de operario en la empresa Permanyer-Montesa y acabó como socio y creador de sus modelos, nunca se hubiera imaginado que con el paso de los años se organizaría un evento de estas características conmemorando uno de sus diseños. Ya en 1961, la fábrica Montesa de Espulgas de Llobregat apenas tenía un año de vida y se reclamaban nuevos modelos para la cadena de montaje.
Leopoldo tenía un prototipo en mente de 175 c.c. un novedoso diseño de motocicleta de dos tiempos, cómoda, robusta y económica que contaba con un depósito elevado y un singular asiento en forma de guitarra. La fiabilidad debía de ser su punto fuerte y el banco de pruebas no fue otro que la Operación Impala. Un recorrido de tres meses y 20.000 km. por las peores carreteras y pistas de África.
La Montesa Impala se ha convertido en todo un clásico que además es uno de los pocos modelos en el mundo que ha visto más transformaciones. Del uso cotidiano para el que se concibió también derivó en una moto de trial, otra de motocross e incluso una de velocidad. La conmemoración del 50 aniversario de la Montesa Impala va a convertir la Impalada de este año en algo especial. Con unos 179 km de recorrido, saldrá el próximo sábado 9 de junio de las Fuentes de Montjuïc, deteniéndose para desayunar junto al Circuit de Catalunya, y recorriendo las comarcas del Vallès Oriental y Occidental.
Pero en esta edición especial la Impalada irá de nuevo hasta Barcelona, donde a partir de las seis de la tarde las motos quedarán expuestas en el Passeig Lluís Companys, para celebrar la Fiesta del Aniversario junto al Arc de Triomf, con música, exposiciones, mercadillo y actividades infantiles
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