Puede que algunas motos te parezcan más o menos acertadas estéticamente, eso es una cuestión subjetiva. Lo que no deja lugar a discusión es que en el caso de Suzuki de vez en cuando se marca algunas ediciones especiales que son para quitarse el sombrero. Si la GSX-R1000R que ya pasó por nuestra zona de pruebas con la decoración estilo MotoGP es una preciosidad, agárrate porque esto es fuerte.
Se trata de una edición limitada creada por Suzuki Francia y que mira en lo más profundo de las raíces del árbol genealógico de las GSX-R. Un envoltorio mítico para una de las Superbike más prestacionales y más modernas del mercado: la Suzuki GSX-R1000R Origins.
24.999 euros por cada una de las 33 Origins que se van a fabricar
La Suzuki GSX-R1000 Origins se viste de gala con un carenado que replica a detalle la librea utilizada por la primogénita de las GSX-R, con un fondo blanco sobre el que se estiran tres tonos de azul nacidos en los años '80. Para rematar esta belleza se emplea un nuevo silenciador homologado Akrapovic de fibra de carbono que nos hace olvidar esa petaca enorme del modelo de serie.
Además se incluye un completo kit de accesorios que mejoran su estética, peso y funcionalidad compuesto por estriberas, portamatrículas, tapa del colín, cúpula elevada, tapas de protección de fibra de carbono, tomas de aire de fibra de carbono, manetas regulables con protectores, tensor de la cadena y tapa de aceite de aluminio anodizado, protector del depósito y tapones de las válvulas oficiales.
Por último y para tenerla siempre en perfecto estado de revista se entregará con diábolos, un caballete específico y una funda exclusiva. Todo el equipamiento original se entregará convenientemente embalado en una caja marcada de forma conmemorativa.
Quizá la saga GSX-R sea una de las más populares entre los aficionados a las motos deportivas. Su estirpe se remonta a 1985 cuando nació la primera Suzuki GSX-R750, un modelo que marcó un antes y un después entre las motos de altas prestaciones y que se labró su leyenda.
Ahora este sabor clásico que nos recuerda a aquellas motos fascinantes con las que crecimos se combina con un motor de última generación con cuatro cilindros, 999,8 cc y 202 cv de potencia con distribución variable, modos de conducción, quickshifter y parte ciclo de absoluta locura.
Por eso, este modelo no va a ser ni asequible ni popular. Su precio en Francia será de casi 25.000 euros (24.999 euros para ser exactos) y sólo se van a fabricar 33 unidades de esta belleza. Si quieres una ya puedes darte prisa porque van a volar.