Hay dos tipos de pilotos de motos. Los que acaban hastiados de rodar y rodar, y los que se bajan de la moto de 'trabajo' para subirse a la suya. Danilo Petrucci es uno de estos últimos, y si no tenía suficiente con ser piloto a tiempo completo en Superbikes, en su tiempo libre disfruta creando sus propias motos.
El expiloto de MotoGP se ha asociado con un preparador italiano, Dotto Creations (DC), y se ha marcado las dos motos de sus sueños, literalmente. Saluda a las 'Handyman' y a la Noveunosei, dos bellísimas reinterpretaciones.
Una DesertX y una Panigale V4 reconvertidas
Petrucci es un gran aficionado. Ya no tiene nada que desmostrar, porque de MotoGP pasó al Dakar, y del Dakar saltó al Mundial de Superbikes. En su tiempo libre no solo entrena con motos, sino que también tiene sus particulares joyas en el garaje. Y acaba de meter otras dos.
Dotto Creations es un preparador italiano al que Petrucci acudió con un objetivo: crear no una, sino las dos motos de sus sueños. Así que su petición fue expresa: "Chicos, quiero una moto que pueda usar todos los días, pero que también pueda usarla para salir a carretera, y tenga buen rendimiento. Y por supuesto, me gustaría que fuera sexy, no como una de esas motos de abuelo".
Petrucci, devoto ducatista. La primera de ellas fue la Handyman, y aunque no lo parezca ahora, la base de esta moto es una Ducati DesertX. Los expertos en la materia la reconocerán por su chasis multitubular Trellis, y el jugoso bicilíndrico en V de 110 CV.
El toque personal fue curioso. La rebajaron los manillares (con opción ajustable para subirlos) y la desvistieron entera para hacerla mucho más ligera y hábil. La carrocería es una mezcla de polímeros y fibra de carbono. Del carenado no queda nada: nuevo asiento, luces, guardabarros.
La segunda es más especial, si cabe. Es la 'Noveunosei', y en su nombre encontramos la magia, porque significa nueve, uno y seis (916) en italiano. Y a simple vista se delata sola: una mezcla entre la 916 del '93 (invovamos al Miguel Ángel de las motos, Massimo Tamburini) y una Panigale V4. Una mezcla un tanto peculiar de la que sale esta belleza.
La Panigale V4, evidentemente, es la base. Nos regala el chasis y motor V4 de 215 CV. Sin embargo, el carenado está inspirado en la mítica 916 de Tamburini. Faros delanteros, aletas laterales, escapes en el colín por debajo del grupo óptico incrustado... Y por supuesto, llantas doradas.
Petrucci se llevará dos motos a casa, sí, pero de ambas habrá diez unidades más a la venta. Su precio es mejor no saberlo, pero al menos en la deportiva, Petrucci ha tenido un muy buen gusto.