Dubai es una de esas ciudades en las que hacer muestra del potencial económico está bien visto. El país de las dunas tiene en su cuerpo de policía uno de los parques móviles más rápidos del planeta y es que en su haber las fuerzas de seguridad cuentan con coches tan radicales como Lamborghini Aventador, BMW i8, Bugatti Veyron, BMW M4, Lexus RC-F, Nissan GT-R... o incluso un pequeño coche autónomo con su propio dron de vigilancia.
Para que te hagas una idea de cómo son las cosas en Emiratos Árabes Unidos, los bomberos apagan incendios levitando en jet pack acuático, así que no es de extrañar que la última incorporación a la policía dubaití haya sido un pepino, en este caso de dos ruedas: una Kawasaki H2 de nada menos que 300 CV.
Grandes remedios para persecuciones a alta velocidad
Como el resto de la flota ultra-prestacional de Dubai, esta Kawasaki H2 no se una unidad cualquiera. Aparte de lo especial que puede ser la única moto actual con sobrealimentación mediante compresor y 200 CV de serie, el cuerpo de policía ha introducido algunas mejoras en la moto para ser un arma temible en las persecuciones a alta velocidad. Debe ser que se dan muchos casos por aquellos lares.
Necesitaban una moto que pudiera circular por la vía pública, así que por eso no se decantaron por la H2R, sólo para circuito, pero sí les gustó las capacidades de aquella por lo que transplantaron toda la electrónica a la H2 extrayendo así todo el potencial del motor de cuatro cilindros y 998 centímetros cúbicos. En total la rueda trasera recibe una patada de 300 CV.
Pero ahí no acaban las modificaciones de esta japonesa de altos vuelos. Para rebajar el peso del conjunto se han suprimido cosas tan innecesarias como los retrovisores, se ha empleado una pareja de llantas de fibra de carbono Rotobox y se ha aderezado el melodioso conjunto con un escape completo realizado en titanio sin catalizador.
La parte ciclo también incluye algunas chucherías tales como un equipo de frenos proveniente de MotoGP con discos de carbono y pinzas radiales Brembo CNC GP4-RR y una horquilla invertida delantera Öhlins FGR300 presurizada y dotada de sensores de telemetría.
El precio de serie de una Kawasaki H2 es de 32.500 euros, pero con todas las modificaciones que se le han hecho seguramente esté más cerca de los 55.000 euros que cuesta la radical H2R. Ahora si se escapan los malos no tendrán excusa.