La Aprilia RSV4 X es una moto muy especial. Tan especial como que sólo se fabricarán cuatro unidades para todo el mundo y su producción ha sido adjudicada de inmediato en el momento en el que han salido a la venta.
La decena de X, la versión más especial fabricada de la superdeportiva de Noale nacida hace ya más de 10 años, ha volado casi literalmente para convertirse en uno de esos oscuros objetos de deseo destinados a coleccionistas y personalidades relevantes del motociclismo, por lo que será muy, muy difícil que volvamos a ver una de estas motos en persona.
Aprilia RSV4 X: un auto-homenaje de 225 CV
Lanzada para hacerse un homenaje a sí misma, la Aprilia RSV4 X conmemora los 10 años de vida de un modelo que se ha mantenido entre la élite de las motos deportivas recurriendo sólo a ligeros cambios a lo largo de su vida comercial.
La RSV4 X nació como un proyecto de culto hacia Aprilia en el propio seno de la casa de Noale y para su elaboración se tomó como base la última y más potente de las Aprilia RSV4, la 1100 Factory, para llevarla aún más lejos pasando por las manos del departamento de competición Aprilia Racing.
Su presentación tuvo lugar en el Aprilia All Stars celebrado hace unas semanas en el mítico circuito de Mugello y para hacerse con una había que reservarlas en una página web específica para después desembolsar la friolera de 39.900 euros. A cambio los 10 propietarios tendrán acceso al cuartel general italiano donde recogerán su moto, aunque no podrán sacarla a la calle porque es un modelo 100% de circuito no homologado.
La RSV4 X es una moto sumamente ligera, ya que para su construcción se ha recurrido a toda la experiencia en carreras del fabricante para conseguir un peso en seco que para la báscula en unos ridículos 165 kg a través del empleo de materiales especiales.
El carenado está íntegramente realizado en fibra de carbono, el depósito de combustible es más ligero así como el cuadro de mandos de carreras. La palanca de embrague, el cubremanetas para el freno delantero, los protectores del cárter, las estriberas regulables o las tijas son todos de aluminio mientras que para las llantas se recurre a unas Marchesini de magnesio calzadas con neumáticos Pirelli slick y los frenos equipan ligeras pinzas Brembo GP4-MS.
En su interior late el rabioso corazón de cuatro cilindros en uve con 1.100 centímetros cúbicos de la RSV4 1100 Factory pero puesto a punto por Aprilia Racing. Cada propulsor ha sido ensamblado a mano y se han comprobado las tolerancias una a una. El sistema de distribución es nueva con nuevos árboles de admisión, muelles, taqués y tapas.
Como accesorio se ha instalado una línea completa Akrapovic de titanio con salida de fibra de carbono, filtro de aire de alto caudal, centralita específica y caja de cambios con el punto muerto por debajo de la primera marcha. El resultado es una bestia que se va hasta los 225 CV, 8 CV más que en la RSV4 1100 Factory.
Y si te ha gustado, tranquilo. Ya no puedes hacer nada porque como decíamos antes, todas las Aprilia RSV4 X ya tienen dueño. Tendrás que esperar otros 10 años para la siguiente versión especial.