Triumph se ha convertido, por derecho propio, en uno de los iconos vintage de hoy en día. Sus modelos marcaron un antes y un después haciéndose dueños de épocas y culturas en todo un país. Intentando recoger esa herencia existen multitud de modelos y preparaciones de distintos manitas y lo cierto es que algunas de ellas son una auténtica obra de arte sobre ruedas. Valga como ejemplo ésta Triumph Streetmaster que os traemos hoy.
Dicen los de Irvine que a pesar del gran esfuerzo de la compañía británica por salir adelante con modelos rompedores y fieles a su filosofía el mercado ha seguido una tendencia que se olvida de los principios que movían a los compradores antaño. Que han perdido el espíritu de competición, rendimiento y diversión. Por ello han querido crear su propia visión haciendo uso de las piezas de Bonneville y Thruxton que quedan y de componentes actuales.
La búsqueda de una relación peso/potencia ideal es uno de sus grandes objetivos. De hecho, esta tracker se mueve con menos de 135kg gracias a los 70cv que aproximadamente entrega su motor de 865cc. Se trata pues de encontrar el equilibrio perfecto, alejándose de la potencia bruta y la estética barroca y sin control de muchos de los talleres estadounidenses.
Nótese el colín fabricado en fibra de carbono, las suspensiones o el sistema de frenado. Todo actualizado para hacer la delicia del afortunado que se suba en ella.
Vía | Streetmaster