Hay que remontarse a los años ochenta cuando el gobierno francés decidió que en su territorio no se podría vender ninguna moto de más de 100 cv. Así pretendían evitar el incremento de accidentes que estaba sufriendo el país entre los moteros. En aquel momento alguien decidió que a más potencia más posibilidades de sufrir un accidente, y aplicando un razonamiento lógico decidieron que las motos de más de 125 cc nunca podrían superar esa cifra de potencia.
Durante años nuestros vecinos del norte de los Pirineos han visto pasar de largo las motos más potentes del mercado. Algo parecido a lo que pasó en España mientras duró la prohibición de importar motos de gran cilindrada porque había que proteger las fábricas nacionales y que se abolió más o menos por la misma fecha.
Por suerte para los franceses en 1995 se aprobó una directiva europea en la que se abría la puerta para estudiar la relación entre accidentes y motos con más de 74 kW de potencia (unos 100 cv), estudio que duró hasta 2013. Momento en el que se publicó una directiva europea (otra) que indicaba que no se había podido establecer una relación directa entre la potencia de la moto y los accidentes que podría sufrir y se instaba a que los países europeos derogasen las leyes que prohibían o limitaban la potencia máxima en su país antes de el 1 de enero de 2016.
Así ya podemos leer que en Francia a partir de esa fecha se venderán motos de más de 100 cv sin necesidad de limitarlas ni nada parecido. Creo que es la primera vez que leo que una directiva europea permite eliminar una ley absurda en uno de los países integrantes de la unión. ¿Será que están cambiando los políticos? Mientras decidimos si esto es así o no, sólo queda felicitar a nuestros vecinos franceses.
Vía | BMW Motos > Moto Station (en francés)
Foto vía Flickr | jmt-29