Después de que Albi nos descubriese por la mañana en qué consiste el coaching al que nos sometió Delfín durante buena parte del día, es hora de que yo os cuente la otra parte en la que estaba dividida el curso y que no era otra que el propio aprendizaje en pista de las técnicas específicas del supermotard.
Dieciséis fueron los pilotos que nos congregamos con dos instructores de lujo. Por un lado, Diego Grande y por otro, Kiniyo, al que una avería mecánica en su Suzuki no le permitió sacar todo su potencial hasta el final del día aunque nos demostró que va muy rápido y, sorprendentemente, aparentando una increíble relajación sobre la moto. De Diego Grande, pues que os voy a contar. Lo mejor es dejaros con una foto.
Comenzamos saliendo a pista todos juntos. Había monturas de todo tipo: Aprilia SXV, Husaberg, Honda, aunque las KTM sobresalían en número, tanto modelos específicos SMR como en conversiones a partir de las SX-F de motocross. Incluso una KTM Duke. Alguno por ahí decía que había motos armadas hasta los dientes, pero juro que serían las de otros porque lo que es la mía...
Después de tres o cuatro vueltas para aclimatarse y conocer la pista aquellos que no habían rodado nunca en el Circuito FK1, llegó el turno de la primera clase teórica: realizar una derrapada en la entrada en curva. Unas pasadas de demostración a cargo de Diego Grande y Kiniyo para luego cada uno intentar hacerlo lo mejor posible y que pudiesen corregirte los errores que observasen.
En la siguiente entrada a pista, ya con más temperatura, salieron a relucir los cronómetros ya que la gente de MX Coach nos separó en dos grupos en función de nuestro nivel, para poder rodar lo más parecido posible. Los del Grupo B se quedaron en pista con Kiniyo, atendiendo a sus consejos y aprovechando su rueda mientras que los del Grupo A fuimos a la zona de tierra.
Para mi era la primera entrada con mi actual moto fuera de la zona asfáltica. Un par de veces lo había hecho con la anterior pero más a modo de divertimento que con el fin de aprender y, sorprendentemente lo pase bien. Me dieron cera por arriba y por abajo. Nuestro lector, Jesús Martín Quevedo, se desquitó de la zona de asfalto y creo que me pasó en todas las zonas de tierra y de todas las formas posibles, menos mal que luego me pude vengar un poco al final del día.
Delfín y Diego Grande fueron los encargados de darnos las clases prácticas en estas condiciones tan diferentes de lo que estaba acostumbrado y aunque al final de esta sesión, bromeaba con hacer un back-flip, me divertí, aprendí y sobre todo no me caí, con lo que me han quedado ganas de entrar de nuevo otro día, que también es muy importante.
En la siguiente entrada a pista nos intercambiamos con el Grupo B y fuimos nosotros los que rodamos con Kiniyo, que me llevó dos vueltas con la lengua fuera pero me sirvió para corregir algunos errores de trazada y darme cuenta que donde más tiempo pierdo es en la salida de las curvas. Tengo que acelerar con más confianza y más fuerte, está claro. Lo bueno es que con esa rueda bajé mi récord personal en el circuito asi que ya estaba más feliz que una perdiz para lo que quedaba de día.
La última parte del curso fue ensayar las salidas y para ello, nada mejor que una carrerita para liberar tensión y poner en práctica lo que habíamos aprendido. Jesús salía en la pole, yo segundo y JorgeBike tercero. Diego Grande, último y en mi cabeza sólo me asaltaba la duda de cuántas vueltas tardaría en pasarme.
Algo no iba bien en mi moto, el embrague no iba fino y no tardé en darme cuenta que tenía una fuga de líquido pero no era plan de retirarse por avería mecánica así que banderazo y gas a fondo. En la frenada llego en tercera posición y no meto la moto, ya habría oportunidad de pasar más adelante. En la segunda vuelta y al final de la recta de atrás, adelanto a JorgeBike en la frenada por el exterior aprovechando que luego la siguiente curva es a derechas y me favorece la trazada. Ya estoy segundo.
Comienzo mi ataque a Jesús y en el mismo punto que antes meto la moto, esta vez por el interior. Jesús levanta la moto y me deja camino libre. Ya voy primero y tiramos a fondo, no con todo lo que hay pero casi. Una vuelta después, al comienzo de la cuarta, Diego Grande me adelanta como un avión. Pues no, no ha tardado nada en adelantar a todo el pelotón, me digo. Se mete en boxes y quedo en pista empezando al poco a adelantar a pilotos doblados, que siempre viene bien para aprender a intentar no romper el ritmo.
Antes de acabar la tanda y en vistas de que mi embrague ya no iba, me meto en boxes y doy por finalizado el día. Magnífico por otro lado en el que he aprendido mucho y de nuevo he vuelto a bajar mi tiempo y lo mejor, esta vez, sin nadie delante que me sirviese de rueda por lo que me siento muy satisfecho, tanto con mi aprendizaje como con la gente de MX Coach: Iván, Delfín y los monitores Diego Grande y Kiniyo.
¿Cuándo repetimos?
Fotos | MX Coach