La foto que ven tus ojos no se trata de ningún montaje, ni de Inteligencia Artificial (IA) ni nada por el estilo. Es una escena real que está dando la vuelta al mundo: una moto aparcada (más bien colgada) de los cables de un poste eléctrico.
Ha sucedido en Sao Paulo, Brasil. Y la culpa de todo esto la tiene, por más surrealista que parezca, uno de esos globos aerostáticos que cayó del cielo. Literalmente.
La culpa fue de un globo aeroestático descontrolado durante kilómetros
Entre las muchas casualidades que la vida te puede ofrecer, una de ellas es la de encaramar tu moto en un poste telefónico de una forma terriblemente precaria, dejándola colgada sobre unos cables. La foto llega a través de Reddit, donde todo el mundo se ha hecho cientos de preguntas sobre cómo ha terminado esa moto ahí.
Hay bromas para todos los gustos y colores: desde los que dicen que se ha teleportado hasta los que creen ha saltado a través de un camión rampa, a lo Grand Theft Auto (GTA). Pero la realidad es que hay una explicación que, si cabe, es todavía más surrealista.
En verdad, es culpa de un globo aerostático. Sí, esa aeronave que se eleva y flota en el aire gracias al calentamiento del aire dentro de una gran bolsa.
La escena tiene lugar en Sao Paulo, en Brasil. Allí, uno de estos globos aerostáticos cayó del cielo sobre un barrio. El problema es que no paró, y una vez tocó suelo, empezó a arrastrarse, llevando consigo a todo lo que encontraba por su paso: puestos, farolas, coches... Y esta moto. Cuando retomó el vuelo, la moto quedó encaramada al poste eléctrico.
O eso dicen los servicios informativos del país: "Un globo que cayó en la madrugada del lunes en la calle Alto Belo, en Aricanduva, zona este de Sao Paulo, se incendió e impactó en un inmueble y una guardería. Antes, había pasado por Itaquera, también en la misma región, donde arrastró y volcó un automóvil en la calle Jaguaruna, y levantó una motocicleta, elevándola en el aire y sobre el cableado eléctrico del poste de la Avenida Pires do Rio".
Surrealista, pero estas cosas también pasan. Caso parecido al de aquellas dos mujeres que empotraron su moto contra el tejado de una casa y se partían de risa. Y la culpa fue por ir en chanclas.