Moto Guzzi V7 Classic, probamos la clásica entre las clásicas

Moto Guzzi V7 Classic, probamos la clásica entre las clásicas
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Casi tres años lleva en el mercado la Moto Guzzi V7 Classic y la verdad es que no había podido ver una en directo ni circulando ni parada en ningún concesionario, mucho menos me había podido acercar a una para probarla. Quizá el problema es que este mercado está dominado con mano de hierro por otra marca europea que ha utilizado un marketing mucho más agresivo para calar en la mente de los que nos gustan las motos clásicas. Ahora parece que Moto Guzzi va en serio y con la inclusión de la versión Moto Guzzi V7 Racer empiezan a sonar en los círculos de los aficionados a la imagen retro.

Por suerte para mi este pasado fin de semana se ha celebrado en Alicante una de las presentaciones de la marca italiana incluidas en los Moto Guzzi Tour. Así que con la suficiente antelación reservé plaza e hice valer un poco el nombre de Moto22 para que me dejaran la moto por fuera de la actividad programada. Así podía probarla con más comodidad y no interfería en las pruebas de los posibles compradores. En el concesionario de Moto Guzzi en Alicante, JJ Chorro de la calle Perseo, me atendieron muy atentamente y me facilitaron todos los trámites. Llamándome el miércoles pasado para confirmarme que tenía la moto disponible durante el viernes.

He de confesar que siempre que voy a recoger una moto de pruebas la noche antes me la paso pensando en que todo vaya bien y que me acompañe el clima. En esta ocasión lo primero se cumplió, pero lo segundo me dejó una de cal y otra de arena, porque durante la ruta que hice me llovió en algunos tramos, y las nubes no me dejaron conseguir fotografías lo suficientemente bien iluminadas. Pero en la parte positiva he de decir que la prueba fue perfectamente. Pero no nos adelantemos y vamos primero a ver que tal es esta Moto Guzzi V7 Classic antes de arrancarla.

Una moto adaptada a cualquier talla, Moto Guzzi V7 Classic

Lo primero que llama la atención es que es una moto baja, no tan baja como una Custom, pero muy asequible para todos los usuarios, incluidas las chicas de menor estatura. El asiento es bastante fino, pero tiene un acolchado bastante firme para que no sea un churro y bastante mullido para que sea confortable incuso si rondas los 100 kg. Evidentemente no hay pata de arranque, y si miras el manillar encontrarás una palanquita en el puño izquierdo para ayudar a que el motor arranque sin problemas cuando está frío.

Moto Guzzi V7 Classic

El cuadro de instrumentos es de aspecto muy clásico, como todo en la moto, e incluye toda la información necesaria. A la izquierda tienes el velocímetro con fondo negro y números claros, que se iluminan en un tono gris-azulado. Incluida en este reloj está una pantalla digital que te indica los kilómetro totales y que se puede cambiar para indicar los kilómetros parciales. El reloj de la derecha indica las revoluciones del motor y en la pantalla digital incluye un termómetro y un reloj. Como curiosidad este instrumento no cuenta con línea roja, con lo que apurar el motor puede ser algo peligroso. ¿Pero realmente quién va a apurar el motor en una moto así? E la parte inferior entre los dos relojes hay dos botones cromados que controlan las respectivas pantallas digitales, estos botones se pueden manejar estando en marcha, pero son de un tacto un poco duro. La parte superior la ocupan los testigos de largas, intermitentes, aceite del motor, alternador, punto muerto y reserva de gasolina.

Viendo la moto desde delante los relojes quedan casi ocultos por el gran faro redondo y su bisel cromado que presiden la moto. El manillar es bastante ancho y con las puntas ligeramente abiertas, pero es más que adecuado para manejar la moto, tanto en parado como en marcha. Monta unas piñas de mando que no desentonan con el resto de la moto, e incluyen todos los mandos necesarios. Su accionamiento es correcto, incluso con guantes. Las manetas de freno y embrague no son regulables, pero no creo que lo necesiten. La del embrague al principio parece un tanto dura por su accionamiento de cable, pero te acostumbras rápido al tacto. La maneta del freno delantero también es de funcionamiento impecable. Lo único que desentona un poco son los retrovisores, que a pesar de ser cromados son de una forma redondeada que afean un poco la imagen. A mi me hubiesen gusado mucho más un par de retrovisores redondos.

Moto Guzzi V7 Classic

Una vez que te sientas sobre la moto la postura es cómoda, sin cargar los antebrazos ni nada extraño. Los reposapiés dejan las piernas flexionadas, pero sin forzar la postura, y el manillar te queda al alcance de las manos también muy cómodamente. La sensación es que quedas un poco encima de la moto, pero en cuanto ruedas unos metros desaparece y la Moto Guzzi V7 Classic te acoge como si fuera la moto de toda tu vida.

La parte trasera la presiden los dos escapes cromados, que ocultan ligeramente el basculante y la transmisión por cardán. Cambien llaman la atención los dos amortiguadores, cromados, que junto con el grupo del piloto trasero de forma clásica y los pequeños intermitentes rematan perfectamente la línea de la moto por detrás. En definitiva una imagen retro que se ha conseguido sin hacer ninguna concesión extraña.

Lo siguiente es arrancarla, pero eso lo vamos a dejar para mañana.

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