La semana pasada os presenté un vídeo de la Moto Guzzi 500 V8, fabricada en los años cincuenta, a mediados de los setenta, un poco cansados del poderío de los japoneses en el mundo de las súper bikes y la resistencia, la factoría Laverda decidió fabricar el arma definitiva contra esas motos. La decisión fue construir una moto con el motor mas potente posible, y para eso ficharon al señor Alfieri, ingeniero que había diseñado motores para Maserati y Lamborghini.
La solución adoptada fue un V6 de un litro, pero pronto se vió que era mas una pesadilla que una solución. Al estar situado el motor en sentido longitudinal, el efecto giroscópico del cigüeñal retorcía el chasis, esto lo solucionaron con un alternador girando en sentido contrario. La siguiente pega fue que tuvieron que montar un basculante doble, ya que el que habian diseñado en un principio, con un solo amortiguador, tampoco soportaba el esfuerzo transmitido por el motor.
Tras muchos problemas técnicos, consiguieron poner la moto en la parrilla del Bol D'or de 1978. Pero debido a los problemas económicos de la fábrica, la moto no estaba lo suficientemente afinada, y , a pesar de marcar la mejor velocidad punta de los entrenamientos con 283 Km/h, la moto era muy dificil de conducir en curvas. Pero esto no fue lo peor, ya que la transmisión se rompió en la séptima hora, danto al traste con todo el esfuerzo. Curiosamente la pieza que se rompió erauna de las pocas que no habia fabricado Laverda.
Tras este fracaso, las penalidades económicas impidieron incluso la reparación de la moto. En la actualidad Piero Laverda la lleva a algunas concentraciones históricas para que podamos disfrutar del sonido de esta auténtica joya de la ingeniería.
Vía | Motoblog.it Mas información | Laverdamanía En Moto 22 | Moto Guzzi V8 en marcha Foto vía | Wikimedia y Cibermotorcycle
