Si algo falta a los motoristas son orejas. El casco impide oír con claridad lo que rodea y sucede en el entorno de la moto, al menos con la claridad con la que lo hacemos sin él. Y hasta ahora, era un problema en el que casi nadie había pensado. Yamaha, si acaso, y de refilón.
En Colombia, país donde las cifras de siniestralidad en moto son elevadísimas, hay alguien que ha decidido aportar su granito de arena. Una empresa ha ideado el primer casco del mundo con orejas. Y la idea parte de una emotiva historia personal.
No necesita baterías, y por eso debería ser barato
Felipe Morales, inventor del primer casco con orejas del mundo, nace de una tragedia. "Un amigo perdió la vida en un accidente debido a una confusión sobre la ubicación de un vehículo", cuenta. Una colisión lateral que, descubrió, "afecta a todos los cascos, y puede generar un 40% de respuestas erróneas al conducir".
Es cierto que al tapar los oídos con el casco, perdemos un gran punto de referencia auditivo. Por ejemplo, y algo tan básico, perdemos algo tan básico como escuchar otros vehículos venir.
Por eso creó RESONAR y la tecnología BAT8D. En términos mundanales, un casco con orejas. En términos más técnicos, un casco integral que permite al motorista escuchar todo lo que le rodea, 360º. A nivel práctico, "da la sensación de no usar casco", pero la realidad es que tienes uno puesto. Curioso que también "reduce la claustrofobia", explican.
Cómo funciona el primer casco del mundo con orejas. Además de ser un casco en sí mismo, también existe opción para colocar en cualquier casco. Utiliza una tecnología inalámbrica (BAT 8D) que emplea receptores duales que analizan y llevan el sonido directamente a los oídos. Como un intercomunicador que capta el sonido exterior y lo amplifica a tu oído.
Físicamente son dos pequeños intercomunicadores (no lo son, pero parecidos) en cada lateral, donde iría la oreja tapada por la calota del casco. Utiliza diversos filtros acústicos y materiales para mitigar el sonido del viento y similares, y filtrar sonidos específicos. En cualquier caso, no amplifica ni modifica los sonidos del entorno; simplemente restaura la capacidad del motorista para escuchar de forma natural.
Una curiosa idea que además, no usa baterías, sino que simplemente funciona con acústica y transforma el casco de pasivo a activo. Por el momento se espera la comercialización final del producto, pero dicen que al no utilizar baterías ni nada por el estilo, será "barato, de ahí su bajo costo de implementación".