Suzuki Address, prueba (características y curiosidades)
Después de ayer haber viajado en el tiempo hasta el nacimiento de la primera Suzuki Address allá por 1987, es hora de hablar de lo verdaderamente importante y por la que nos hicimos 1.000 kilómetros en coche y dormimos apenas un par de horas. Y es que la nueva Suzuki Address nos estaba esperando muy temprano en el centro de Madrid para que la enfrentásemos a uno de los peores escenarios posibles: el intenso tráfico del centro la capital entre las 10:30 y las 13:00 de la tarde.
Ya en el primer vistazo nos recordó todo lo que comentamos ayer y que se ha mantenido en toda la saga Address: facilidad de conducción, economía, agilidad y cien por cien urbanita. De dimensiones contenidas y con un acabado correcto, aprobaba nuestra primera inspección aunque para las siguientes seríamos más duros y por lo tanto queríamos que nos contasen más acerca de ella.
Suzuki Address: un rueda alta económico
La Suzuki Address entra de lleno en un segmento muy complicado y duro: el de los scooter de rueda alta económicos. Y es que adelantándonos un poco en la prueba, se queda a las puertas de la barrera psicológica de los 2.000 euros, donde la competencia es feroz.
No pude en ese momento que hablaban del precio y pensar que mi primer scooter de 50 cc comprado en 1999 me costó 1.743 euros, poco menos de lo que 16 años cuesta un scooter mucho más potente. Como han cambiado los tiempos, y no sólo de dos a cuatro. Qué viejo me siento...
Volvemos a la realidad porque las pretensiones de la Suzuki Address no sólo son económicas en cuanto al precio de adquisición, sino también en el mantenimiento. Para ello se ha tenido en cuenta el servicio post-venta, con revisiones cada 4.000 km (cambios del cartucho de aceite cada 8.000 km, con un cárter que cuenta con una capacidad de 0,6 litros de lubricante), un diseño fácil para un desmontaje rápido y por lo tanto una menor mano de obra y por último, unos recambios también con un precio por debajo de la media.
También se ha pensado en lo que directamente nos toca el bolsillo diariamente, es decir, el consumo de carburante. Y por ello la Suzuki Address homologa un gasto de 1,96 l/100 con lo que a pesar de su reducido depósito de 5,2 litros le permite tener una autonomía teórica de más de 250 km sin pasar por la gasolinera. Y en ciudad, eso son muchas vueltas a la manzana.
Suzuki Address: motor robusto de inyección electrónica
Aunque la mayoría de sus competidores recurren a motores de carburación para sus modelos más económicos, la Suzuki Address cuenta con inyección con lo que consigue un rendimiento mucho mejor y menores emisiones. Sí, es un sencillo motor de 125 cc (113 cc para ser exactos), dos válvulas, refrigerado por aire forzado y con una larga tradición en el mercado asiático. Esto se traduce en una demostrada fiabilidad y robustez mecánica.
Como suele ser habitual actualmente, los apoyos de los balancines con las levas cuenta con rodamientos de bolas con lo que hay una menor fricción (y por lo tanto mayor rendimiento) así como menores necesidades de lubricación. Volviendo a la inyección, el llenado de la cámara se hace mediante la tecnología denominada "Tumble Motion", es decir, produciendo un torbellino que permite un llenado mejor y más homogéneo.
Como detalle y a pesar de contar con inyección, no se ha renunciado al tradicional pedal de arranque. Aunque si la batería está frita no sería posible arrancarla porque la bomba de inyección no podría coger presión, sí con una mínima carga nos permitiría salir del paso y esperar que tener que llamar a la grúa.
Suzuki Address: parte de ciclo y vida a bordo
Si pasamos a observar la parte de ciclo de la Suzuki Address observamos unos componentes sin pretensiones y pensados para un uso lógico ciudadano. Así cuenta con una sencilla horquilla delantera y un sólo amortiguador trasero que discurre por la parte izquierda, la contraria el escape y donde se encuentra el propulsor y el airbox.
En cuanto a los frenos, delante utiliza un freno de disco mientras que detrás recurre a un tambor de simple leva. Para las llantas, se queda en unos diámetros contenidos en busca de un buen compromiso entre agilidad y estabilidad. Así lleva llantas de 14 pulgadas con neumáticos 80/90 y 90/90 delante y detrás respectivamente.
La Suzuki Address llega con un récord, y es el de ser el modelo de rueda alta con el asiento a la menor altura (755 mm, 15 mm menos que el Peugeot Tweet Evo que hasta ahora ostentaba este galardón). Junto con una parte delantera del asiento estrecha y una plataforma (por cierto, completamente plana) recortada lateralmente, permite que un usuario de 1'65 llegue perfectamente con el pie completamente plano al suelo (se ve en la foto anterior), toda una ventaja para los usuarios menos aventajados y también para aquellas chicas con poca estatura. Para el pasajero existen estriberas desplegables.
Debajo del asiento al que se accede desde el propio clausor de la llave (que cuenta con bloqeuo mecánico de la cerradura para protegerla frente a los robos), hay espacio suficiente para que pueda dar cabida a un casco integral y algunos pequeños objetos más (cubica 20,6 litros en total). Así mismo incorpora dos pequeñas guanteras de tipo marsupial, o también llamadas abiertas. Si aun necesitamos más espacio, de serie incorpora una parrilla portabultos en la que están integradas las asas para el pasajero y sobre la que podemos colocar un topcase.
Si os fijáis en el freno trasero, veréis por delate de él un curioso gatillo que sirve de bloqueo para cuando la estacionamos sobre el caballete lateral, que está dotado de cortacorrientes. Vale que es cierto que lleva caballete y con el bajo peso de la Suzuki Address, de tan sólo 97 kilos con todos los llenos, es muy fácil subirla pero con este freno de mano tan sencillo, es muy seguro dejarla estacionada lateralmente sin que se vaya al suelo con facilidad. ¡Deberían llevarlo todas!
La instrumentación es muy sencilla, con un reloj analógico en el centro, indicador de combustible en la parte inferior, totalizador de kilómetros mecánico y luz de intermitentes dentro de la esfera del reloj así como dos testigos (inyección y luces) uno a cada lado. Y no, no tiene reloj, un fallo clamoroso a las alturas que estamos y sobre todo en una moto urbana y en una época en el que reloj de muñeca para los jóvenes, casi ha pasado a mejor vida. Sencillas piñas de luces con largas/cortas, intermitentes y claxon completan el conjunto. Incorpora también contrapesos en el manillar para minimizar las vibraciones y un mejor tacto en la dirección.
Por último, la iluminación vuelve a los orígenes del modelo, es decir a una posición elevada en el manillar mientras que la luz de posición e intermitentes están en el escudo. Por cierto, al ver la tapa frontal precisamente del escudo, me ha recordado a la que llevaba la segunda generación del 95 con los intermitentes a los lados. Puede que esté cogido con los pelos pero en mi cabeza, la similitud está ahí. Detrás, un piloto continuo incorpora toda la iluminación (posición, freno e intermitentes).
Y nada más, con la historia de ayer y las características de hoy, ya sabéis tanto o más que yo sobre la nueva Suzuki Address así que no queda nada más que subirnos a ella. Pero eso será mañana.
Continuará...
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