Quizás uno de los cascos que más han llamado la atención entre nuestros lectores en los dos últimos meses ha sido una de sus últimas novedades: el Suomy MX Tourer. Puede que sea su decoración mixta negro/grafito y rojo, o sus líneas agresivas o por la posibilidad de tener a la vez un casco deportivo, pero que una vez acoplada la visera puede también llevarnos sin desentonar sobre una trail.
Fuese por lo que fuese, no hubo más remedio que ponerse en contacto con el fabricante italiano Suomy para que amablemente nos hiciese llegar una unidad y poder realizarle una prueba a fondo de esa que tanto nos gustan, en la que contamos todas las intimidades del casco.
Como es habitual, en esta primera entrega nos centraremos en hablar de toda la tecnología que nos ofrece el Suomy MX Tourer, orientada a que su uso sea el más seguro y cómodo posible en todas las condiciones.
Suomy MX Tourer, el archienemigo de Spiderman
¿Quién es el archienemigo de Spiderman? Hombre, hay varios. Spidey siempre ha destacado por liarse a tortas con los más pintados personajes. Pero si a vosotros el arácnido solo os ha llegado en formato panorámico, el primer enemigo que habréis visto es el Duende Verde. Y no me diréis que si no llega a ser por los colores rojos, podría pasar perfectamente por su casco. De ahí que lo hayamos retratado en la foto de portada sobre una “tela de araña”.
Dejando las paranoyas a un lado hablemos un poco de sus características principales. La calota externa del Suomy MX Tourer está fabricado en lo que Suomy denomina Tricarboco (o traducido, que sería Tricarbono), una combinación de carbono, kevlar y resinas aramídicas como la fibra de vidrio.
La calota interna como es habitual, está fabricada en poliestireno de distintas densidades porque, ya sabemos que es importante este detalle para que un casco pueda absorber cualquier tipo de impacto, desde los de baja velocidad hasta los más fuertes.
Esta parte lleva esculpidas las tomas de aire, que discurren por su interior desde las tomas de aire situadas en el frontal y en la parte superior del casco. Llama la atención que no llevan ningún tipo de mecanismo para abrirlas o cerrarlas a voluntad por lo que en la segunda parte de la prueba que os pondremos mañana, miraremos con lupa cómo se comportan a alta velocidad o en ambientes fríos.
La pantalla está fabricada en una sola pieza de policarbonato, buscando un buen compromiso entre resistencia mecánica y propiedades ópticas. Con diferentes tratamientos, es resistente a los rayonazos y al empañamiento por lo que, según el fabricante, no es necesario ningún sistema adicional para evitarlo.
El casco se sirve con una pantalla transparente aunque en este caso, y por cuestiones de estética, hemos elegido usar una exterior oscura y así acrecentar la pinta de malote que tenemos con el puesto.
Internamente contamos con un segundo visor para cuando las condiciones de luz son muy elevadas. Se maneja mediante un botón deslizante en el lateral izquierdo, fácil de usar pero a la vez muy integrado en el diseño.
El almohadillado interior, como no podría ser de otra forma, es completamente desmontable y lavable, además de contar con tejido antialérgico y antibacteriano. Como accesorios opcionales, las almohadillas pueden ser de distinto grosor con el fin de que el casco se ajuste perfectamente a nuestra fisonomía.
El cierre es de anilla o doble D con una peculiaridad muy cómoda: el corchete de enganche del sobrante está en el propio tirador de una de las anillas. Esto hace que el sobrante sea un poco más largo que en otros cascos pero a la vez que sea muy sencillo engancharlo y desengancharlo.
Suomy MX Tourer, primeras impresiones y conversión enduro/carretera
Como decíamos, una de los detalles principales del Suomy MX Tourer es su posibilidad de configurarlo, a nuestro antojo, entre estilo carretera o enduro. El paso de uno a otro es relativamente sencillo como explicaremos y en menos de cinco minutos podemos hacer la conversión sin problemas.
El casco se presenta en una caja en versión enduro mientras que en una bolsa vienen cuatro deflectores que modificaran las estética una vez desmontada la visera. Esta va sujeta con cuatro tornillos Allen que se pueden retirar mediante una pequeña llave incluida con el casco.
Una vez retirada, colocaremos cada uno de los deflectores en su correspondiente lugar. Los dos frontales mantendrán la canalización de aire a lo alto de la cabeza mientras que los laterales, taparán el hueco de uno y otro lado donde iba la visera, quedando perfectamente integrados con las tapas laterales de la pantalla.
Realizado esto, ya podremos disfrutar de nuestro Suomy MX Tourer en versión carretera. Además, y a falta de realizar la correspondiente prueba en marcha, las almohadillas interiores están pensadas y ubicadas como en un casco integral al uso, no dejando como en otros modelos las carrilleras sin ajustar y por ello haciendo que el casco se mueva bastante en marcha.
El cambio de la pantalla es otro cantar ya que, aunque fácil, exige usar herramientas. Es algo arcaico si lo pensamos ya que prácticamente todos se cambian ya sin necesitarlas. Aun así tampoco es que sea excesivamente complicado ni engorroso.
La pantalla va sujeta mediante dos tornillos, también Allen, alojados en las tapas laterales. Las tapas se pueden retirar con la simple uña y para ello tienen una pequeña muesca que facilita su extracción. Una vez fuera, usaremos la llave Allen (no incluida y de diferente medida a los tornillos de la visera) para quitarlos y poder desmontar la pantalla. Haciendo los pasos en sentido contrario la tendremos de nuevo montada en un periquete.
Creo que no me dejo nada en el tintero así que os emplazo hasta mañana viernes, que será cuando nos enfundaremos el Suomy MX Tourer y nos daremos una vuelta sobre esa Kawasaki Z800e que llevamos toda la semana probando.
Continuara...
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