Probamos la Montesa 4RIDE, la redefinición de las excursiones por la montaña
A principios de este año 2016, Montesa dio a conocer al público su nueva creación. Una nueva moto desarrollada bajo el beneplácito de Honda y que supone una reencarnación de iconos como el de las Cota 247 polivalentes de décadas pasadas, un concepto de moto que llevaba años pasando inadvertido pero que tampoco es un invento nuevo.
La Montesa 4RIDE es lo que podríamos definir como una moto de trial para todos los públicos. Y al decir todos nos referimos a todos sin excepción, porque es un modelo de trial tan apto para jóvenes que quieran comenzar en el trial pero sin recurrir a motos extremas como para veteranos trialeros de toda la vida que busquen un modelo polivalente.
Si hacemos memoria y miramos la historia de los modelos de la marca, nos encontraremos con que tiempo atrás hubo otro modelo muy similar en el catálogo de Montesa. Concretamente hasta el año 1991 existía la Montesa Evasión, un modelo que fue el último producto de trial polivalente de la marca antes de centrarse por completo en los modelos de trial puro.
Un cuarto de siglo después, los genes de aquellas Evasión se reencarnan en la nueva Montesa 4RIDE. Una moto que cogiendo un modelo 100% trialero se convierte en un producto multifacético y realmente divertido que pasa por cualquier sitio con una facilidad pasmosa.
Un propulsor conocido, pero distinto
El motor es una de las piezas más valiosas de todo este conjunto denominado 4RIDE. El propulsor está fabricado por HRC y es un monocilíndrico con cuatro válvulas en cabeza e inyección electrónica PGM-FI que cubica 258,9 centímetros cúbicos.
La base es la de las Cota 4RT260 y Race Replica pero con algunos cambios que le hacen único. Por ejemplo, para adaptar la moto a un uso menos específico, se ha desarrollado una caja de cambios completamente nueva con unas relaciones más largas.
El sistema de escape también es nuevo y sus dimensiones aumentan para producir un menor impacto sonoro en nuestras excursiones por el campo además de generar un carácter del motor con una respuesta más aterciopelada.
También son nuevos en la parte interna otros elementos como la palanca de arranque, el sistema de descompresión de gases que atenúa el freno motor para una conducción más tranquila y sosegada o una centralita con un mapeado específico que produce una curva de potencia más llena a bajas y medias revoluciones.
Como medida de seguridad y pensando en el uso que va a tener la 4RIDE, el sistema eléctrico incorpora un dispositivo que detecta la inclinación y si la moto está inclinada más de 65 grados durante un tiempo superior a 7 segundos desconecta el encendido de forma automática. Así se protege el motor y también al piloto, claro.
Una parte ciclo muy apropiada
Motor, chasis y parte ciclo derivan de la Montesa Cota 4RT260, pero se modifican para adapta la 4RIDE a un uso más polivalente pero no menos divertido
Al igual que pasa con el motor, la ciclística de la Montesa deriva de la que utiliza la Cota 4RT260. El chasis y el basculante son las mismas piezas fabricadas en aluminio anodizado. El precioso y ligero bastidor está rematado en negro mate mientras que el basculante queda en aluminio visto.
Las suspensiones se han retocado y ahora la horquilla delantera Tech es 38 milímetros más alta y posee un recorrido 24 milímetros mayor (190 mm). El monoamortiguador trasero R16V con sistema Pro-Link también es 12 mm más alto conservando el recorrido de la 4RT (170 mm).
Si nos fijamos ahora en los pequeños pero efectivos frenos nos encontramos con un conjunto Braktec con discos que ahora son lobulados para ofrecer una mejor evacuación del calor. La pinza delantera es una monoblock de cuatro pistones y la trasera de doble pistón. Cada una muerde discos de 185 y 180 mm respectivamente.
La decoración (única, al menos por el momento) combina a la perfección los colores de la marca y queda realmente chula y pintona. Por un lado encontramos el rojo en las tapas laterales delanteras, parte trasera del asiento, guardabarros delantero y bujes de las ruedas. Por otro, el negro decora la careta delantera, las llantas, el asiento y el chasis. Y por último, el blanco destaca en los laterales traseros y el colín.
El depósito está fabricado íntegramente en aluminio y no se ha cubierto con nada para que veamos que es una pieza de nueva factura que cubica ahora unos 4,4 litros (1,9 litros en las motos de trial puras). Este incremento de capacidad se traduce directamente en una autonomía muy superior con la que hacer excursiones de más de 100 kilómetros sin repostar. Y 100 kilómetros por la montaña ya son kilómetros.
El asiento está 35 milímetros más alto que el de una Africa Twin, pero gracias a lo sumamente estrecha que es la 4RIDE podemos llegar con los dos pies al suelo perfectamente
La carrocería también crece en comparación con las trialeras, claro, pero lo que más llama la atención es el nuevo asiento que se monta sobre un subchasis fabricado en materiales compuestos. El mullido lo podemos desmontar sin necesidad de herramienta y al quitarlo nos encontraremos con un generoso hueco donde guardar un chubasquero, guantes, agua...
Por cierto, el asiento está situado a 885 milímetros de altura. Para que tengáis una comparación curiosa, la Africa Twin que probamos hace unos días tiene el asiento a 850 milímetros, pero la extrema estrechez de la Montesa 4RIDE nos permite bajar con las piernas rectas casi por completo y alcanzar con los dos pies el suelo perfectamente.
Para acabar, supongo que os lo estaréis preguntando a estas alturas. El peso del conjunto es una de las grandes bazas de la Montesa 4RIDE, arrojando sobre la báscula unos escuetos 85 kilos con todos los llenos ya hechos. Gracias en gran parte al carecer de batería.
Y ya que estamos, mañana nos subimos a la montaña. ¿Os apetece acompañarnos?
Foto | Yclasicos