La temeridad en moto se puede llegar a pagar muy cara. Su versatilidad respecto a otros vehículos la hacen candidata perfecta para moverse cómodamente... Y puede que también temerariamente; depende de las manos en las que caiga.
Pues un vídeo de un repartidor en scooter metiendo cizaña a dos motoristas de ruta se ha convertido en viral. Supone la expresión "quitar las pegatinas" elevada al cuadrado. En polo, con la bolsa de reparto y un scooter de 150 cc es capaz de fundirse a los dos motoristas, aunque de una forma extremadamente temeraria (y épica, al mismo tiempo).
¿Una Yamaha R3 contra un scooter de 150 cc?
¿Alguna vez te has preguntado por qué la comida rápida llega tan rápida cuando la pides a domicilio? Por repartidores como este. Un auténtico prodigio y temerario de las dos ruedas.
El vídeo no tiene desperdicio, y aunque dura poco, la acción es intensa. Dos compañeros moteros van de ruta. Uno, el de atrás, graba. Delante tienen dos vehículos que los retienen, pero deciden respetar la doble línea continua que les separa de poder adelantar a los coches. Cabeza, ante todo.
Deciden respetarla hasta que en escena aparece un repartidor con la típica mochila cuadrada clavada en su scooter y les quita las pegatinas. Un temerario adelantamiento en línea continua antes de trazar la curva como si fuese de ruta con una 1.000 cc. Pero en realidad iba en scooter.
Uno de los motoristas, el que va en una deportiva, mira hacia atrás, extrañado, nada más ser adelantado. Se calienta, y adelanta a los coches para tratar de seguir al repartidor de Glovo malayo, incluso tumbando (erróneamente y con una trazada complicada) y a punto de tocar rodilla; aun así, el del scooter ya ha desaparecido casi.
Debido a la calidad del vídeo, nos es difícil interpretar cuál es cuál. El scooter parece un Honda Vario 150, muy común en el mercado malayo por precio y prestaciones. No es la panacea, pero con sus casi 13 CV a 7.750 vueltas, tiene casi la misma potencia que una Yamaha R125, por ejemplo (15 CV a 9.000 vueltas). Desde luego que a nuestro amigo le ha valido para arrancar las pegatinas a estos dos moteros.
La gran duda que nos siembra en la redacción es el otro modelo que intenta seguir al scooter. Parece una moto deportiva de entre 250 y 500 cc, bicilíndrica por el sonido. ¿Una Yamaha R3, quizá? Aunque por las llantas, no lo parece. Sí que parece modificada, en cambio.
Siendo en Malasia, lo más probable es que se trate de una moto japonesa; debido a precio, cercanía e instalaciones, las motos niponas son las más comunes y vendidas allí. Eso no quiere decir que lo sea, pero existe una gran probabilidad.
El caso es que no deja de ser una deportiva de, como mínimo, 250 centímetros cúbicos, al que un repartidor de Glovo en un scooter de 15 CV acaba dando un repaso épico. Al menos, la comida no llegará fría nunca.