“Esto es, de lejos, lo más peligroso que hemos intentado nunca”. Cuando el director de una película como Misión Imposible empieza diciendo eso, es que la cosa ya apunta maneras. La nueva entrega del film protagonizado por Tom Cruise (Sentencia mortal – Parte 1) tendrá como uno de sus escenarios principales un precipicio en Noruega, y donde las motos tienen mucho que ver.
La séptima entrega de la franquicia cinematográfica volverá a subir a Tom Cruise a una moto, en este caso de motocross, para filmar una de las escenas “más épicas” de la historia del cine, según sus directores, y para lo que el actor estadounidense ha tenido que tirar varias motos por un precipicio, literalmente.
Más de 13.000 saltos en una Motocross y más de 500 saltos en paracaídas de Tom Cruise
Watch an extended behind-the-scenes look at the biggest stunt in cinema history. #MissionImpossible - Dead Reckoning Part One is in theatres July 2023. pic.twitter.com/d0fpmCfHBP
— Mission: Impossible (@MissionFilm) December 19, 2022
La séptima película de la icónica entrega llevaba años rondando en la cabeza del director de la película, Christopher McQuarrie. Tom Cruise tirándose al vacío desde una rampa a un precipicio rocoso con una moto de Motocross a bastantes de miles de metros de altura. Una escena que en la gran pantalla se apreciará en tan solo unos segundos, pero que ha tenido años de preparación detrás tal y como ahora muestran los productores.
A Tom Cruise ya le hemos visto montado en todo tipo de motos, especialmente en la Kawasaki Ninja H2R de la última entrega de Top Gun: Maverick, o la GPZ900R de la primera obra de esa misma saga. Lejos de las deportivas extremas, ahora ha tenido que practicar (y mucho) con una Honda CRF450 a la que han pintado de negro, tal y como ha enseñado Paramount el proceso de grabación de la entrega.
Cruise ha protagonizado “el mayor truco en moto de la historia del cine”, en palabras de los directores de la serie, una idea que nació hace ya más de dos años y que empezaron a poner en marcha entrenando la habilidad del actor sobre una moto.
Una combinación que se muestra a lo largo de los nueve minutos del vídeo. Primero, al intérprete de Ethan Hunt le tuvieron que dar unas cuantas clases combinadas de paracaidismo y motocross (minuto 1:35). Cruise se enfunda en una equipación de Motocross firmada por Dainese y se prepara en una pista creada ex profeso para él.
Saltos, y saltos, y saltos durante meses, hasta llegar a los más de 13.000, junto con otros 30 saltos en paracaídas por día, donde el actor realizó un total de 500 saltos para practicar la escena.
Incluso recrearon en una cantera abandonada el escenario del precipicio (minuto 2:50), donde el actor se atrevía a soltarse de la moto mientras volaba por los aires, practicando la inercia para el salto que le esperaba, enganchado a un cabrestante.
Todo eso para llegar al minuto 4:40, el escenario donde todo cobraría sentido. Un precipicio noruego donde tuvieron que llevar todo el material en helicóptero. El día definitivo en el que Cruise tiene que saltar al precipicio con una moto. Cámaras, luces y acción… El actor enfila la rampa y se tira al vacío, dejando caer la moto y eyectándose, mientras al director de la película parece cortársele la respiración (7:15) hasta que el Tom abre el paracaídas.
¡Repitieron ese salto hasta seis veces! El objetivo, culminar uno de los saltos más peligrosos y épicos en la gran pantalla. Ahora queda esperar a los productores para que nos enseñen cómo cada una de las motocicletas impactan contra el suelo, porque ninguna de ellas llevaba equipado paracaídas...