En pasado Salón EICMA de Milán dos motos que destacaban claramente por encima del resto. Después de años renovando modelos más o menos anticuados (hay que ver lo que llamamos anticuados hoy en día), las marcas volvían por todo lo alto a competir en el mercado echando toda la carne al asador. Hablo, como no puede ser de otra manera, de la Kawasaki H2/H2R (prueba I, II y III) y la nueva Yamaha YZF-R1/R1M. La cuestión es que Yamaha ya ha comenzado a entregar los primeros modelos y, convenientemente, ya ha aparecido la primera YZF-R1M rodando por la famosa carretera californiana.
Pero además, esta vez no se trata de ningún accidente ni de ningún piloto claramente superado por la potencia de su moto. El dueño es un tal Craven, un piloto patrocinado por Motobox USA, conocido en la zona por unas más que notables habilidades al manillar y ser, además, uno de los regulares en la zona. Craven ha jubilado su anterior Yamaha YZF-R1 de 2005 y las pasadas navidades desembolsó los casi 22.000 dólares que piden por ella. La joyita, con el número de producción 46 (que ya es casualidad), llegó hace una semana después de las navidades más duras de toda su vida.
Aquí tenemos el día en el que el paquete llegaba a su destino:
Aunque no pasó mucho tiempo metida en esa caja:
Y esto, amigos míos, es lo que se puede hacer con una de estas máquinas. Obviamente, más importante aun que las características de esta Superbike matriculada, es el piloto pero no deja de ser un espectáculo poder ver en la pantalla la fuerza con la que presionas la maneta del freno. Y el sonido, ¡hayay el sonido!
Además, Yamaha ha desarrollado una app que, junto a los sensores instalados en la R1M, puede recoger todas salidas rutas al dedillo (marcha engranada, velocidad, rpm, apertura del acelerador…), ya sea por carretera abierta o en el circuito más cercano. La absurda cantidad de información y detalle ofrecidos harán las delicias de todos los curiosos del motor.
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