Anteriormente ya te hemos hablado de Valerie Thompson. Ella es sencillamente la reina de la velocidad, puesto que es la mujer más rápida del mundo sobre una motocicleta con un récord logrado en 2016 de 489,66 km/h.
Con la ambición innata que caracteriza a la gente que busca superarse una y otra vez a sí misma, Thompson y su equipo viajaron recientemente de Arizona (Estados Unidos) a Scottsdale (Australia) dispuestos a conseguir el récord absoluto de velocidad sobre dos ruedas, actualmente 605,11 km/h. Por desgracia su intento no ha ido bien, o milagrosamente bien, según se mire.
Si esto no es un milagro, poco le falta
La moto desarrollada por el Team 7 para Thompson es una bestia streamliner denominada BUB 7. Dentro de su forma de puro aerodinámico de 6,4 metros de fibra de carbono se esconde un motor de cuatro cilindros en uve con 3.000 cc, turboalimentación y una fuerza superior a los 500 caballos. Todo para un peso de 725 kg y un coeficiente aerodinámico absurdamente bajo de 0,08 Cx.
Antes de llegar a los entrenamientos previos al intento de récord, Valerie fue preguntada sobre cuáles eran los planes y respondió con un honesto "no lo sé, nunca he ido tan rápido, así que espero que todo vaya bien". En efecto, las cosas no fueron del todo bien.
"Buenas y malas noticias", se lamentaba Thompson. Hemos logrado un récord de 528,62 km/h en el primer intento pero en el segundo hemos tenido un accidente". Las condiciones eran las idóneas y al día siguiente iban a volver a intentarlo, pero sus planes acabaron prematuramente.
El accidente tuvo lugar cuando el BUB 7 rodaba a más de 552 km/h y como puedes ver la violencia del impacto a esa velocidad fue descomunal. Aparte del propio choque, la forma aerodinámica se volvió en contra del aparato una vez no estuvo en su posición vertical y unas rápidas sacudidas le llevaron a volar durante decenas de metros en apenas décimas de segundo.
Por suerte, el despliegue del paracaídas de emergencia logró estabilizar la moto tirando de ella hacia atrás, pero tardando casi dos kilómetros en detenerse por completo desde el momento de la caída sobre el lago salado.
Con siete récords a sus espaldas y la experiencia de una vida rodando a velocidades absurdas, Thompson asegura que la moto le salvó la vida. "El BUB 7 no ha quedado en buen estado, pero me ha protegido. He podido salir andando después de un choque terrible", aseguraba Valerie.
El saldo han sido únicamente heridas leves, así que tanto el equipo como la piloto pueden hacer una valoración muy positiva de lo ocurrido, especialmente teniendo en cuenta la velocidad absurda a la que ocurrió el incidente.