Los scooters y ciclomotores se crearon para acortar distancias dentro de las ciudades y se volvieron muy populares por su bajo coste de mantenimiento. Sin embargo todos estos vehículos adolecen de lo mismo, tener un motor poco potente que apenas suele superar los 4 o 5 CV de potencia.
No obstante, si eres todo un manitas como este hombre inglés llamado Kelvin puedes crearte un monstruo de casi 60 CV con el chasis de una Lambretta y el motor de una Yamaha RD350. Solo necesitas paciencia y pasión por las motos.
Ingeniería artesanal: bomba de agua de Volvo y de gasolina de una Yamaha R1
El mundo de las dos ruedas nunca deja de sorprendernos. Si hace poco os contábamos que un pontevedrés había 'trucado' su Derbi Variant hasta conseguir una velocidad máxima de 144,6 km/h, hoy os traemos una preparación bastante más trabajada y menos gamberra, ya que el hombre que la ha llevado a cabo no es un delincuente que ha huido de la policía.
Se trata de una persona con mucho ingenio y tiempo libre que un día tuvo la genial idea de mezclar el motor de una Yamaha RD 350 con el chasis de una Lambretta de 1963. El resultado, como puede verse en el vídeo, es excelente con un nivel de acabado digno de concurso.
Kelvin, que así se llama el protagonista, se lo ha contado al YouTuber Stone Automotive mientras ambos participaban en una concentración de motos en el Ryka's Café. La idea no fue buscada. Simplemente surgió cuando de casualidad encontró, por un módico precio (que no dice), el chasis de la moto italiana. Él mismo confiesa que ya tenía la RD350 para restaurar pero que quería llevar a cabo una idea original con ella. Y vaya que si lo ha hecho.
El resultado es una Yambretta (o Lamaha) con casi 60 CV y una pintura Kenny Roberts que tira para atrás. Aunque llevar a cabo esta conversión no fue fácil. Tuvo que tirar de mucho ensayo error hasta conseguir lo que él quería. Por supuesto todas las adaptaciones son artesanales y creadas con su propio ingenio.
Tanto es así que para refrigerar el motor de este vehículo tuvo que montar un radiador en la guantera de detrás de su escudo. Para impulsar el agua tuvo que utilizar una bomba de Volvo y para el combustible, una de Yamaha R1. Pero no son las únicas adaptaciones, los tubos de escape o los marcadores incrustados también pertenecen a la RD350 original.
El resultado como podéis ver es magnífico y si no conocieses el modelo podría pasar por uno de fábrica. Al preguntarle por cuanto le costó este proyecto y en cuanto tiempo lo llevó a cabo, Kelvin responde que le demoró un año y estima que se gastó unas 5.500 libras (6.295 euros aproximadamente) ya que tuvo la suerte de poder vender las partes sanas que le sobraron de la RD350. Por supuesto, en este precio no entran las incontables horas que tuvo que pasar hasta alcanzar el grado de detalle que tiene ahora.
En cuanto a velocidad, dice que lo máximo que ha podido coger con ella son unas 90 mph (unos 144 km/h) pero no es una persona que le guste correr así que no tiene pensado meterlo en un rodillo para saber cuanto podría coger.
La mala suerte para nosotros de toda esta historia es saber que Kelvin no realiza estos trabajos al por mayor para venderlos y que sólo se dedique a ello como hobbie personal, porque estamos seguros que con la atención a los detalles que ha puesto y la cuidada estética que ha conseguido, podría ganar muchísimo dinero.