Después de dejarnos a todos sorprendidos con su intrépida hazaña al subir con su Yamaha Ténéré el monte Mercedario, la octava cumbre más alta de América y la segunda montaña más alta en Argentina después del Aconcagua, Pol Tarrés supuestamente ha sido denunciado por las autoridades por incumplir las leyes de protección ambiental que salvaguardan el territorio.
La supuesta denuncia aun sigue bajo investigación pero según informa el Diario de Cuyo, el hecho vincula al piloto internacional Pol Tarrés y a la empresa Inka Expediciones Aconcagua Specialist por acceder al territorio sin permiso alguno, conociendo que se encontraban en un área protegida de la Provincia de San Juan.
¿Un récord que podría costarle muy caro al piloto español?
Hace unos días os informábamos acerca de la última aventura llevada a cabo por Pol Tarrés y su Yamaha Ténéré en territorio argentino. Y es que el piloto español se propuso subir hasta el punto más alto de la montaña de Mercedario, un cerro localizado en la Provincia de San Juan con 6.720 metros de altura.
Su gesta terminó antes de tiempo debido al excesivo consumo de neumático que sufrió. No obstante, los 6.157,5 metros de recorrido le sirvieron para establecer un récord Guinness a la moto bicilíndrica que más alto ha llegado en una montaña. Esta marca sin embargo, podría acarrearle una denuncia por llevarlo a cabo sin permiso, según han informado algunos medios como el Diario de Cuyo y Cumbres.
Todo comenzó tras publicar su desafío en redes sociales. Resulta que el famoso cerro de Mercedario se encuentra en el Parque Provincial de Manantiales, un área protegida por la Ley 2.315L que prohíbe las expediciones en vehículo, obligando a los aventureros a ir solamente a pie.
Según publica Cumbres, este hecho propició que varias asociaciones de montañeros, entre ellos La Asociación Guías de Montaña y Escalada, el Club Andino Mercedario y el Club Andino Barreal, firmasen un comunicado de manera conjunta en el que repudiaban el comportamiento del piloto y el equipo técnico que le acompañó e instaban a las autoridades para que tomasen cartas en el asunto. En dicho comunicado lanzado mencionan "un polémico estilo de ascensionismo de tipo indirecto o con asistencia mecánica, en otras palabras, subir la montaña en moto".
Tras estas quejas, El Diario de Cuyo entre otros, informa que la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Juan tomó cartas en el asunto y abrió un acta de infracción contra el deportista y contra Inka Expediciones Aconcagua Specialist, la empresa que organizó la actividad, con estas palabras: "Tomando conocimiento de lo ocurrido en el área protegida de Manantiales a través de los medios públicos, realizo de oficio un informe a través del cual determinó la violación a las leyes Nº 2.315 (de creación del área protegida Manantiales que establece que la Secretaría es autoridad de aplicación de la misma) y 606-L (de conservación de flora y fauna). El hecho vincula al piloto internacional Pol Tarrés, quien llegó hasta el Cerro Mercedario, ubicado en el área protegida Manantiales en el departamento Calingasta, para batir un récord mundial a bordo de su motocicleta".
El acta de la Secretaría al que ha accedido el Diario de Cuyo alega que "el piloto accedió al territorio junto con una empresa de origen mendocino denominada 'Inka Expediciones Aconcagua Specialist', sin permiso alguno, conociendo que se encontraban en un área protegida de la Provincia de San Juan".
El expediente con la información recabada ya habría sido derivado el viernes pasado ante la Justicia de Paz de Calingasta a cargo de la Dra. Roxana Espín Brkic, por presunción de que "se cometió un hecho contravencional en el área protegida antes mencionada", buscando una sanción 'ejemplificadora' ante este tipo de hechos que atentan contra su misión de salvaguardar el medioambiente.
Pese al revuelo montado y a esta denuncia nadie encuentra una explicación lógica a cómo si esta actividad estaba prohibida no se hizo nada previamente para detenerla y sí se quiere hacer tras llevarse a cabo. Para realizar una expedición como la de Pol Tarrés y su equipo se entiende que necesitan semanas de planificación y permisos especiales.
Para resolver dudas, nosotros nos hemos puesto en contacto con Pol Tarrés para saber qué hay de verdad en todo esto y qué opina. Nos ha confirmado que todo es un "bulo creado en redes sociales por cuatro hippies intentando lograr sus dos minutos de fama".
Además el piloto español nos subraya que "tenían la aprobación del jefe máximo del Gobierno" y que será él mismo junto a la empresa de aventuras Inka Expediciones Aconcagua Specialist quienes les denuncie ahora a ellos ante la ley por los posibles daños causados.
Por su parte, Pol descarta tomar acciones legales y piensa que "la falta de información ha podido motivar todo este lío". También nos señalaba que en el ascenso a la montaña hay un refugio que "es un poco quien dice quién puede subir, y ellos mismos nos ayudaron a subir la gasolina. Si realmente no hubiésemos tenido la aprobación de las autoridades, los encargados del propio refugio no nos habría dejado seguir".