Este fin de semana empezamos (por fin) con las carreras. La primera ronda del Campeonato del Mundo de Superbikes arranca en el trazado australiano de Phillip Island y, por lo menos en la carrera de Supersport 600, los neumáticos van a ser los principales protagonistas.
La categoría intermedia del campeonato de motos derivadas de la serie comenzará la temporada dando que hablar acerca de la degradación de los neumáticos. ¿Por qué? Pues por lo que parece los compuestos desarrollados por Pirelli y el asfalto de las antípodas no se llevan demasiado bien.
Flag-to-flag para Supersport 600 en Australia
Pilotos, equipos y la propia marca italiana de neumáticos se han dado cuenta de que durante los últimos entrenamientos realizados previamente a la cita australiana, los Supercorsa SC de Pirelli han sufrido un desgaste absolutamente anómalo y que puede llegar a ser peligroso.
Tras comprobar que efectivamente existe un riesgo y que no hay margen para suministrar nuevos neumáticos para Supersport 600, se ha tomado la decisión tras reunirse Dorna, FIM y la propia Pirelli de acortar la distancia de la carrera a 16 vueltas (dos menos que las 18 programadas) y, lo que es más importante, entrar al pit lane antes de la décima vuelta para cambiar de neumáticos.
De esta manera la primera carrera del año de Supersport 600 se convertirá en una doble carrera al sprint, una prueba de resistencia a 16 vueltas o una cita en la que la estrategia jugará un papel absolutamente determinante en una categoría ya de por sí muy igualada durante los últimos años.
Por suerte la categoría de Superbike no se va a ver afectada por esta alteración en el programa de la carrera. Ninguna de las tres carreras de SBK tendrán que modificarse porque los Pirelli que utilizan son distintos (Diablo Superbike) y están preparados para soportar mayores exigencias de desgaste.
El formato por lo tanto será "flag-to-flag porque es la única manera de garantizar la seguridad de los pilotos y el reglamento lo permite", según Gregorio Lavilla.