La historia de cómo Toprak Razgatlioglu ha culminado su venganza sobre Kawasaki para ser el nuevo sultán de las Superbikes
Era un 28 de julio de 2019 en el circuito japonés de Suzuka y Kawasaki parecía tenerlo todo controlado. La marca de Akashi dominaba con mano de hierro el mundial de Superbikes gracias a Jonathan Rea y a la Kawasaki Ninja ZX-10RR, y ahora querían reconquistar también las míticas 8 Horas de Suzuka 26 años después.
Para conseguirlo, Kawasaki puso toda la carne en el asador. Llevó a Japón a sus dos pilotos oficiales en el WSBK, Jonathan Rea y Leon Haslam, junto a la joven promesa de la marca, Toprak Razgatlioglu, el apadrinado de Kenan Sofuoglu. Aquella 8 Horas de Suzuka, que no se ganaban desde 1993, esta vez no se podían escapar.
Razgatlioglu dejó Kawasaki por Yamaha tras un desengaño en las 8 Horas de Suzuka
Y no se escaparon. El tridente de pilotos del mundial de Superbikes rompió la sequía de Kawasaki con una victoria para la historia, pero no todos los pilotos se quedaron igual de satisfechos, ya que Kawasaki tomó una decisión de lo más polémica: no subió a la moto ni un solo minuto de la carrera de ocho horas a Razgatlioglu.
Podría parecer un hecho menor, pero significó el divorcio definitivo entre Razgatlioglu y Kawasaki. No solo por el problema coyuntural de desplazarse hasta Japón para no correr ni un solo minutos, sino por lo que eso significaba: Razgatlioglu y su entorno pasaron a entender que Kawasaki no confiaba en él.
"Kawasaki ha cometido un gran error, creo que no han tenido respeto hacia él. Tenemos una oferta de Yamaha que no sabíamos si valorar o seguir en Kawasaki, pero después de este incidente creo que firmaremos con Yamaha", comentaba un furioso Sofuoglu tras la carrera sobre las sensaciones de su pupilo.
Razgatlioglu firmó por Yamaha, pero antes de irse de Kawasaki ganó su primera carrera en el mundial de Superbikes, todavía corriendo en el equipo Puccetti. Solo era un spoiler de lo que venía, porque Razgatlioglu y todo el clan turco estaban dispuestos a culminar su venganza contra Kawasaki y destronar a Jonathan Rea.
Razgatlioglu ha sido capaz de controlar su estilo caótico para ser rápido y regular
En la primera temporada de Razgatlioglu en Yamaha ya se empezaron a ver detalles. Ganó en su debut, en Phillip Island, fue segundo en la Superpole Race y se retiró por una avería cuando estaba liderando la segunda carrera larga de ese fin de semana. La temporada prometía, pero entonces llegó la pandemia y el año más raro de la historia.
What a cool set of leathers and helmet 🔥
— WorldSBK (@WorldSBK) November 21, 2021
Milk it @toprak_tr54, you truly deserve this moment 👊#OnTOPrak pic.twitter.com/MlAqhelUfl
Cuando se pudieron reanudar las carreras Razgatlioglu ya no estuvo a ese nivel tan alto que había demostrado en su debut, pero aún así se las apañó para ganar un par de carreras en Estoril. Iba a ser en su segundo año en Yamaha, cuarto en las Superbikes, cuando por fin iba a poder culminar su ventaja sobre Jonathan Rea.
El 2021 de Razgatlioglu ha sido impoluto. Solo las desgracias han impedido que gane el mundial con mucha holgura, ya que se le averió la moto en Barcelona y Portimao mientras que Garrett Gerloff le tiró en la carrera de Assen. Sin esos tres incidentes, probablemente el mundial no hubiese llegado ni a Argentina.
El piloto turco sabe bailar mejor que nadie en la fina línea que separa la agresividad de la suciedad. Su estilo es inconfundible. Siempre al límite, dando la sensación en cada curva de que va a ser la última. Sus frenadas agresivas recuerdan a otra época, a los grandes días de gloria de Valentino Rossi en los que todo el paddock de MotoGP se preguntaba cómo lo hacía.
Lo increíble de Razgatlioglu es que da la sensación de que en ningún momento tiene el control de la moto, pero en realidad nada de lo que hace se sale de su plan. Controla el caos, se regodea en él. Nunca un piloto ha ido tan rápido con un estilo de pilotaje tan caótico. Y lo más difícil todavía: sin perder un ápice de regularidad.
Su tuviésemos que encontrar un error de pilotaje de Razgatlioglu en toda la temporada lo más grave que encontraríamos, como mucho, sería que se saltó la salida en una de las carreras de Estoril. Y aún así acabó tercero. No ha tirado a nadie, no se ha caído, y sus únicos abandonos responden a errores ajenos. Razgatlioglu ha domado el caos para destronar a Rea.
Ahora Razgatlioglu ha culminado su venganza sobre Kawasaki. Acaba con seis años consecutivos de dominio aplastante de Jonathan Rea para devolverle la corona a Yamaha, que ganó su único título de Superbikes en 2009. Razgatlioglu es el nuevo sultán de las motos derivadas de serie, y se quedará a defender su trono en 2022.
Es curioso cómo el destino juega sus cartas. Seguramente, sin aquella afrenta en las 8 Horas de Suzuka, Razgatlioglu se hubiese quedado en Kawasaki como escudero de Rea. Ahora dispondría de una moto, la Kawasaki Ninja ZX-10RR, que está claramente desfasada respecto a la Yamaha YZF-R1, y además en un equipo volcado con Rea. Pero la ira le hizo elegir lo correcto.
A Razgatlioglu ahora le toca pensar si atreverse con MotoGP o montar su sultanato en el WSBK
Razgatlioglu tiene contrato para otra temporada con Yamaha, pero después de 2022, renueve o no su corona, tendrá que tomar una decisión crucial para su carrera: la de atreverse con la aventura de MotoGP o quedarse en las Superbikes para establecer su propio reinado. En 2022 cumplirá 26 años, probablemente sea el último tren a MotoGP.
En el pasado pocos son los que se han resistido a la tentación de los prototipos. Colin Edwards, Troy Corser, Troy Bayliss, James Toseland o Ben Spies probaron fortuna en el pasado con distintos niveles de éxitos. Sitios en Yamaha, aunque sea como satélite, no le faltarán a Razgatlioglu. Que Sofuoglu le asesore bien.
En Motorpasión Moto | Las notas de MotoGP 2021: el mundial de Fabio Quartararo, el regreso de Marc Márquez y la retirada de Valentino Rossi | Antes de Valentino Rossi todo esto era campo: la última ráfaga por el relevo de Ángel Nieto como padrino de MotoGP