Parecía imposible. Después de la carrera Superpole de Jerez la distancia entre Álvaro Bautista y Jonathan Rea en el mundial de Superbikes se iba hasta los 61 puntos. El campeón norirlandés estaba tocado y casi hundido, ya que además forzando más de la cuenta se había visto implicado en un desagradable incidente con Alex Lowes.
Ni el más acérrimo seguidor de Jonathan Rea hubiese soñado con que el de Kawasaki estuviese al terminar el evento de Misano, solo cuatro carreras después, a 16 puntos de Álvaro Bautista. Pero ese es el escenario en el que nos encontramos después de un evento en el que el talaverano volvió a cometer un error no forzado y dejó la victoria en manos de Rea.
Las ansias por romper la carrera demasiado pronto traicionaron a Bautista
En realidad, el único error llegó en la segunda carrera larga. El sábado Álvaro Bautista había conseguido sobrevivir en una delicada carrera en lluvia, en la que por momentos pareció que iba a caer por detrás de la séptima posición pero finalmente rescató un podio. No era un mal inicio de fin de semana, esperando que llegase el buen tiempo.
Y efectivamente en cuanto llegó Bautista demostró que era el más rápido también en Misano. Ganó de forma aplastante la Superpole Race, con regalo de Rea incluido en forma de caída, y parecía que Bautista seguiría el mismo camino en la carrera larga. Pero una vez más llegó el error, muy similar al de Jerez tanto en la vuelta como en la situación de carrera.
"El error ha sido grave y se ha debido a mi exceso de confianza", reconocía Álvaro Bautista al bajarse de la Ducati Panigale V4 R. El piloto español forzó por encima de lo necesario en una pista que estaba bastante resbaladiza y perdió la rueda delantera, como en Jerez. Una vez más, la obsesión por rodar en solitario y querer romper la carrera demasiado pronto le pasó factura.
"La pista estaba más resbaladiza que por la mañana, pero me sentía con confianza con la moto y no me di cuenta", explicaba Bautista. El talaverano ha tropezado dos veces con la misma piedra, y deberá apuntarse la lección para que no vuelva a suceder, porque se está complicando él solo un título que por superioridad mecánica, y de pilotaje hasta lo visto en Jerez, debería ser suyo.
Especialmente peligroso es darle vida a un piloto como Jonathan Rea. El tetracampeón huele sangre y empieza a ver como posible conseguir su quinto título en una temporada en la que llegó a pensar que no ganaría ninguna carrera. Rea sabe que es el momento de hurgar en las posibles dudas mentales que surjan en la cabeza de su rival y declaraba que "Álvaro Bautista no es invencible".
Mientras tanto, Kawasaki conseguía un triplete en el podio, con el combativo Toprak Razgatlioglu segundo y Leon Haslam tercero. Pese a todos estos años de dominio, solo fue la segunda vez que Kawasaki consiguió un triplete en Superbikes. Para encontrar la primera hay que irse hasta 1993 en Japón, donde ganó Scott Russell por delante de Kitagawa y Tsukamoto. Y es que la ZX-10RR tampoco va tan mal.