La India es un país sumamente complejo. El subcontinente asiático es la segunda nación más poblada del mundo y la séptima en cuanto a extensión, por lo que en su interior se dan situaciones maravillosas y otras que no lo son tanto. Dentro de este segundo grupo se encuentra una profunda creencia machista que las autoridades llevan décadas intentando atajar.
La última medida tomada a este respecto es la creación de una patrulla motorizada de la policía de Delhi íntegramente formada por mujeres, inicialmente 500, que trabajarán exclusivamente para reforzar la seguridad de la población femenina en la zona sur de la ciudad.
Medidas específicas para problemas estructurales
Los crímenes contra las mujeres en India no son un problema baladí precisamente. Durante los últimos años el país está viendo cómo los crímenes violentos contra mujeres se han incrementado por miles durante los últimos 10 años según la Oficina Nacional de Registros Criminales.
La situación de las mujeres en India es tan inconcebible como que mientras para una familia el nacimiento de un niño supone un orgullo y un motivo de celebración, en el caso de ser una niña puede crear vergüenza social y el miedo económico hacia las dotes matrimoniales que tendrán que pagar en el futuro.
El rechazo no se queda ahí, ya que según The Guardian las niñas indias reciben menos educación, una alimentación peor y menos cuidados médicos que los varones. Y eso en el caso de las niñas que nacen, ya que se ha convertido en una práctica habitual la realización de abortos selectivos.
Se calcula que en India hay aproximadamente 21 millones de niñas (o ya mujeres) que han sido rechazadas por sus familias, y unos 63 millones de féminas que han desaparecido de las estadísticas de población a causa de los fallecimientos por la dificultad de acceso a recursos médicos, asesinatos, peor alimentación o los mencionados abortos.
Según datos de la Oficina Nacional de Registros del Crimen un alto porcentaje de las víctimas de acoso, agresión sexual y violación conocían a sus atacantes. En total, según el informe de criminalidad de la India durante 2016 se contabilizaron 12.218 casos de malos tratos contra las mujeres por familiares, 10.458 asaltos, 9.256 secuestros y 4.935 violaciones. Y estos fueron sólo los casos detectados o denunciados.
Closing ceremony of #SASHAKTI an initiative of @DelhiPolice towards empowering women D U (North campus, More than 4,000 female students from all over Delhi displayed their self defence combat skills. pic.twitter.com/R1demTW2B0
— Delhi Police (@DelhiPolice) 12 de diciembre de 2017
Las autoridades han tratado de combatir los abusos contra las mujeres desde la base, llegando incluso al punto de que la policía de Delhi ha instruido en autodefensa a 4.000 niñas para que puedan defenderse de los agresores.
Una patrulla de mujeres para velar por las mujeres
Dentro de las medidas para fortalecer la posición de las mujeres y sus necesidades, la creación de esta patrulla de mujeres policía velará por la seguridad de las mujeres de Delhi. Cada agente ha sido entrenada en conducción y pilotaje, combate cuerpo a cuerpo y uso de armas de fuego.
Pensadas para poder moverse con rapidez por la ciudad, este escuadrón se pondrá a los mandos de motocicletas Apache RTR y Bajaj Pulsar, sobre las que además de cómo pilotarlas también se les ha instruido en su mantenimiento y reparación.
Además, todas ellas han recibido formación psicológica específica para que puedan gestionar las situaciones complicadas de mejor manera y ayudar a las víctimas a cómo seguir con su vida y perder el miedo a denunciar si es necesario.
Cada patrulla femenina estará compuesta por dos mujeres policía que patrullarán conjuntamente por las zonas que aglutinan la mayor parte de los crímenes contra mujeres en Delhi y reforzarán la seguridad de las niñas cerca de los centros estudiantiles en las horas de entrada y salida.
Si todo va bien, las autoridades quieren exportar este modelo a otras regiones, tratando de paso de romper las barreras de género que azotan la cultura india y donde las mujeres policía juegan un papel residual en los cuerpos de seguridad.