La fiebre por el uso del patinete eléctrico pilló por sorpresa a los municipios españoles en los que más ha proliferado la utilización de este VMP. Tanto es así, que hasta finales de 2019 no se llevó a cabo una regulación transitoria por parte de la DGT.
Ahora son los ayuntamientos de las distintas ciudades los que poco a poco van incluyendo a los patinetes y otros Vehículos de Movilidad Personal o VMP en sus ordenanzas de movilidad. Más vale tarde que nunca.
La regulación de los VMP llega a Málaga y Cádiz y se extenderá a otros sitios
En realidad no hace tanto que los patinetes eléctricos revolucionaron las principales ciudades españolas pero lo que sí es cierto es que dos años es demasiado tiempo de espera para que las autoridades pongan especial atención al uso de estos vehículos.
El creciente aumento de su compra, estimado en más de un 1.000% entre enero de 2019 y el mismo mes de 2020, así como la puesta en marcha de servicios de patinete compartido dio lugar a problemas de convivencia con los peatones y con otros vehículos.
De hecho, en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga todavía es fácil ver patinetes circulando por las aceras, tirados en cualquier sitio (los de alquiler por minutos) o incluso modificados o conviviendo al amparo de las leyes de los VMP, sin que algunos puedan serlo por sus características.
Al menos las ordenanzas de movilidad de los distintos municipios de España ya están empezando a controlar que no sucedan este tipo de cosas y, lo que es más importante, que las autoridades tengan una norma a la que acogerse para sancionar.
Si en Madrid y Barcelona se llegó mucho antes con estas medidas, casi dos años después siguen quedan sitios como Málaga en los que no existía esta regulación expresa en la ordenanza municipal, un error teniendo en cuenta que la ciudad andaluza lleva acarreando problemas relacionados con estos VMP desde prácticamente las mismas fechas que la capital española y la ciudad condal.
Ahora los malagueños han recibido la noticia de que durante el próximo mes de julio se aprobarán distintas medidas que reflejen cómo se habrán de usar estos patinetes eléctricos y cuáles son las consecuencias de no respetar estas normas.
Para empezar, habrá controles a las empresas que alquilan estos vehículos, que necesitarán una autorización municipal para poder operar o, de lo contrario, se enfrentarán a sanciones de 500 euros. Estos permisos serán anuales y el ayuntamiento podrá tener acceso a la geolocalización de la flota de estas empresas. Si alguno de los vehículos está en el depósito municipal, no será posible renovar o conseguir la autorización para dar servicio.
Además, será necesario que tengan un seguro de responsabilidad civil y una dirección fiscal en Málaga en la que recibir las notificaciones, reclamaciones o cualquier otro problema relacionado con sus vehículos, así como un teléfono con atención durante las 24 horas para atender los distintos requerimientos de las autoridades.
Otras sanciones reflejadas, de un total de 35, son la de 60 euros por conducir estos vehículos teniendo menos de 16 años o 90 euros por circular con dos o más ocupantes por patinete. Utilizar el teléfono móvil o los auriculares estará penado con una sanción económica de 200 euros, lo mismo que hacerlo por las aceras u otras zonas peatonales.
También se sancionará a las empresas de alquiler con este importe si no desactivan sus patinetes cuando entren dentro de zonas restringidas a la circulación, que en el caso de los particulares tendrán que dar prioridad a los peatones y no superar los 20 km/h en dichas zonas.
En el caso de Cádiz, se han establecido normas y fechas similares a las de Málaga, aunque con el añadido de que harán obligatorio el uso del casco a los menores de 18 años, algo que se contempla como recomendado para los que transiten por Málaga.
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