La mayoría de la gente disfruta de sus motos yendo encima de ellas. Es muy reconfortante dar una vuelta y tener esa sensación de libertad apreciando el paisaje o intentando aprovechar la moto al máximo dentro de lo que cabe para pasar un buen rato.
Eso sí, hay veces que las cosas se tuercen y como le pasa al protagonista de este video, en un momento te ves corriendo detrás de tu moto para intentar pararla después de haberte caído de ella con la mala suerte de que tu montura decide seguir su camino sin ti.
Los riesgos del stunt y de las grandes llanuras heladas
Esa es una de las peores pesadillas de los pilotos de stunt, la de ver cómo su moto no les obedece y sigue a su aire a pesar de no estar sobre ella. Lo de las motos autónomas está muy de moda últimamente, pero no de esta manera. En ese momento, todo se complica y además se crea un riesgo para todos los presentes, ya que aunque sea a baja velocidad sufrir el impacto de una moto siempre acaba mal.
Después de intentar subirse a la moto en marcha, el piloto del video pierde el equilibrio y se va al suelo. Ese es el instante en el que empieza la odisea de hacerse con el control de una moto que cabalga sola y no precisamente al estilo del Yamaha Motobot. Y también es el momento en el que los protagonistas del video se dan cuenta de que tirar una moto en marcha sobre una laguna helada no es una tarea nada fácil.
Al fin y al cabo, es una explicación muy gráfica y visible de la inercia que una moto pesada puede alcanzar aunque no vaya rápido y de lo difícil que es modificar su trayectoria sin poder ejercer la fuerza necesaria desde el puesto de conducción habitual.
Y también es una explicación muy gráfica de la Ley de Murphy y su “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Porque hay que tener mala suerte para estar en una llanura helada inmensa en la que sólo hay unos cuantos coches y furgonetas y que sea precisamente ahí donde una moto que viaja de manera autónoma y sin control vaya a parar. Más concretamente empotrándose contra una de ellas.