Seguro que has oído mil veces esa frase tan típica de: la carretera no es un circuito. Pues bien, el protagonista de este video no ha debido oírla nunca y si lo ha hecho, desde luego ni lo ha comprendido ni lo ha aplicado en su vida.
Está muy claro que si lo hubiese interiorizado, no habría conducido su moto de esa manera tan temeraria y no habría acabado en el hospital con múltiples fracturas y daños. Eso sí, el Karma a veces es poderoso y después de haber salido vivo de una caída así, los policías le estaban esperando para darle su merecido premio al “idiota del año”.
Salva la vida de milagro, pero no se salva de la multa
Es cierto que muchas veces ocurren situaciones de peligro en las carreteras y que en algunos casos, suceden por un despiste, por un error o por la simple mala suerte de los que las sufren. Sin embargo, este no es el caso, ya que la negligencia está muy presente en todo momento aquí como tantas otras veces.
Nicholas Pannell es el nombre de este temerario motero de 30 años que a día de hoy puede sentirse muy afortunado por haber salido vivo de una caída tan brutal tras conducir a casi 190 km/h. Ir por las carreteras de Modbury, en Devon, a tan alta velocidad y trazando como si fueran un circuito llevó Pannell a sufrir una espectacular y brutal caída al salirse de la carretera en una curva por exceso claro de velocidad.
Por suerte, el protagonista de tan estúpida acción sufrió heridas graves pero se pudo recuperar por completo. En cualquier caso, debería sentirse muy afortunado por escapar de la muerte con “tan sólo” fracturas de clavícula, costillas y daños en uno de sus ventrículos.
Eso sí, la suerte se le acabó ahí, ya que la policía local tomó su cámara como prueba del accidente y al estudiar y analizar el video realizado por el propio Pannell, consideró que una conducción tan imprudente y temeraria debía ser castigada por parte de las autoridades.
En un claro intento de concienciar a la gente de que es intolerable este tipo de conducción, ya no sólo por el peligro para el infractor sino por el peligro al que se expone al resto de usuarios de la carretera cuando se cometen locuras como esta, el juez del caso condenó tanto a Pannell como al otro motero que aparece en las imágenes, su amigo Joshua Illingworth.
Ambos deberán pasar 8 meses en prisión, con doce meses de retirada del carnet y además, deberán hacer 180 horas de servicios comunitarios y pagar una multa de 140 libras. En cualquier caso, un saldo bastante benevolente para una locura de este calibre.