Quiero en primer lugar pedir disculpas a la gente de Honda porque este artículo debería haber salido hace algunas semanas. Pero alguna vez el destino es caprichoso, e impide que puedas hacer tu trabajo en la línea que nos caracteriza. Dicho esto, pasemos a desgranar detalles sobre la tercera edición del concurso El Motorista del Año, que hay mucho donde cortar.
Queremos ir más allá del simple detalle del concurso, o contar que el ganador en esta edición fue Jaume Pedrell (enhorabuena) y se llevó para su casa una flamante Honda NC700S con ABS junto con otros regalos, que también recibieron los 20 finalistas que se dieron cita en las instalaciones del Honda Instituto de Seguridad. Acompáñanos para ver cómo se puede enseñar de forma amena y con espíritu de competitividad.
El Motorista del Año, de 5.000 participantes a 20 finalistas
Como algunos sabéis, tanto por haber participado en el concurso o por haber leído las noticias que publicamos en su momento, el concurso el Motorista del Año celebró en esta ocasión su tercera edición. Su finalidad es muy clara: buscar al conductor de motocicletas más seguro de España.
Para ello se realizó una primera criba con un cuestionario de 30 preguntas. Solamente aquellos 20 con la puntuación más alta tendrían la posibilidad de participar en las semifinales. Como no podía ser de otra forma, esta se celebró en las instalaciones que Honda tiene en Barcelona.
Fue allí, en el HIS (Honda Instituto de Seguridad) donde los 20 mejores se vieron las caras para competir unos contra otros, intentando ser el mejor sin que los nervios le traicionasen. Y es que demostrar tu habilidad en moto mientras el nerviosismo atenaza tus músculos no es tarea fácil.
Algunos pueden pensar que en esta primera fase, la implicación en busca de la Seguridad Vial no es apreciable. Todo lo contrario. Aquellos que realizaron el test seguro que en alguna pregunta se quedaron pillados, pensando, intentando averiguar la respuesta bien porque la desconocían o bien porque no estaban del todo seguro.
Todos aquellos realizaron casi con toda seguridad un gesto de autoaprendizaje, encontrando esa solución que les faltaba. Si cada uno de los casi 5.000 participantes consiguió resolver tan sólo una de sus dudas, el éxito de este concurso ha sido máximo porque ha cumplido el objetivo de enseñar y 5.000 motoristas son ahora algo mejores conductores.
El Motorista del Año, los 20 mejores dan lo mejor de ellos mismos
Si la primera parte del concurso El Motorista del Año la pudiste hacer cómodamente sentado en tu casa, el pasar a la semifinal trae consigo ponerle caras a esos otros 19 contrincantes que luchan por un mismo objetivo: una ansiada Honda NC700S.
Son rivales pero a la vez compañeros de aventuras, y si han llegado hasta ahí seguro que los conocimientos en conducción segura son una parte muy importante en el día a día. Únicamente un aguacero que deslució el día les dio un respiro en la competición aunque seguro que no consiguió que se mitigasen sus nervios.
La semifinal estaba dividida en dos partes: una sobre conocimientos teóricos y una práctica sobre las motocicletas del HIS en sus instalaciones. Los 20 semifinalistas, divididos en tres grupos realizaron otro test muy similar aunque en este caso de 20 preguntas y demostraron sus conocimientos sobre mecánica y primeros auxilios.
¿Mecánica? Os preguntaréis algunos. Sí, efectivamente. Si alguno en un momento de locura transitoria se ha leído el manual de su moto, habrá visto que en uno de los capítulos se explica la inspección que hay que realizar al vehículo cada vez que nos subimos a él. No estoy mintiendo, juro que está ahí, a mí también me lo han dicho…
Pues bien, allí se explica que hay que comprobar la presión de las ruedas, estado de los frenos, claxon, luces, etc. Todo esto lo comprobaron los semifinalistas en tres motos, alguna de las cuales tenían pequeños fallos que debían detectar. Y es que si no te das cuenta antes de salir que las ruedas están bajas de presión, mal conductor seguro vas a ser.
De igual forma, en la parte de primeros auxilios había que demostrar que se conoce la técnica RCP o de Reanimación Cardio-Pulmonar, o que se sabe seguir el protocolo de actuación P.A.S. en caso de accidente, es decir: Proteger, Avisar y Socorrer. Como veis, cosas sencillas pero que diferencian los conductores de los buenos conductores.
Hecho esto, llegaba el turno de demostrar la habilidad encima de la moto. De poco sirve ser un teórico si a la hora de la verdad, no sabes cuál es la rueda de delante y la de detrás. En este caso, las pruebas fueron seis de las más diversas índoles.
Slalon, tortuga, frenado, rampa, eses y gymkana fueron las pruebas que demostraban quien se desenvolvía con soltura encima de la moto y quién todavía no la tenía por la mano. Hubo tiempo para practicar antes de que, a un solo intento, pudiesen demostrar lo que sabían hacer.
Cada prueba puntuaba diferente y se tenía en cuenta tanto el no penalizar como el tiempo total invertido. Os puedo asegurar que llevo muchos años en moto y alguno de los retos planteados eran bastante complicados, que no imposibles. Eso sí, también os aseguro que después de haber asistido, las ganas de coger una moto e intentarlo fueron terribles. A punto estuve de no coger el avión de vuelta a casa, alquilar una moto y meterme los 1.000 kilómetros de regreso del tirón.
Por supuesto que aquel que hacía la prueba más rápido y sin errores era el que más posibilidades tenía de pasar a la final, donde estarían los diez mejores y se enfrentaron a otras tres pruebas de conducción. Pero lo importante en ellas era el ser un conductor completo.
Y con completo nos referimos tanto a equilibrio a baja velocidad, como saber jugar con los pesos en giros cerrados cuando el manillar ya te ha hecho tope, distribución de pesos, dosificación y percepción de frenada, etc. Un montón de detalles y conocimientos que sólo los kilómetros y cursos de conducción permiten adquirir.
El Motorista del Año, ¿funciona?
Desde nuestra humilde opinión, SÍ. En mayúsculas y con rotundidad. Actualmente no existe ninguna actividad similar, y además privada, que incentive a un colectivo a ser mejores, ser más seguros y concienciarse de que circular en moto es maravilloso pero también peligroso si no intentas minimizar los riesgos.
Veinte personas que desde la vencedora, Jaume Pedrell, hasta los que no consiguieron clasificarse para la gran final acabaron felices. ¿Por qué? Porque demostraron lo que eran capaces de hacer y lo que es más, aprendieron en algunos casos que necesitan más practica a baja velocidad sobre una moto, o bien que frenan muy bruscos o que el embrague no acaba de ser lo suyo.
En la parte personal, para el año que viene me he propuesto un reto: ir. Pero no como este año para cubrir el evento sino para contaros desde dentro, cómo consigo ser el motorista más seguro del 2014 y convertirme en el vencedor del concurso El Motorista del Año.
Desde aquí queremos transmitir nuestra enhorabuena a la gente de Honda que además, realizan este concurso de forma desinteresada porque al igual que en mi caso, nos gusta implicarnos con cualquier materia orientada a la Seguridad Vial y ayudar en la medida de lo posible.
Nota: Los gastos del viaje han sido asumidos por Honda. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas.
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