Es sabido desde hace un tiempo que el coche autónomo y las ayudas a la conducción de los coches no son 100% seguras para las motos. No es una opinión nuestra, sino que es una información que nos llegó desde la industria europea.
Al coche autónomo aún le queda mucho por aprender y en esas tareas están incluidas las de reconocer a las motos cuando circulan a su lado. Por eso, un club de moteros de California ha prestado sus servicios y sus motos para ayudar a un coche autónomo a que sepa identificarlas en diferentes situaciones.
Seis motos para ayudar a que los coches del futuro no nos atropellen
En el Iron Order Motorcycle Club de San Francisco son conscientes de que en un futuro más o menos lejano tendrán que compartir carretera con los coches autónomos y por eso han preferido ayudar ahora a que sean más seguros con las motos y así poder salvar vidas en dentro de unas décadas.
California es un buen sitio para empezar estas pruebas porque está permitido que las motos adelanten entre los coches, justo el momento más peligroso y donde a los coches autónomos les cuesta más distinguir si lo que pasa a su lado es una moto o un coche que está haciendo algo raro.
Con seis de sus motos (cinco cruiser y una KTM), los moteros del club se dedicaron a circular cerca de este coche autónomo y a recrear varias situaciones reales de tráfico, incluso forzando las maniobras en algunos momentos para ponerle las cosas todavía más complicadas al coche autónomo. Aunque el vehículo estaba pilotado de forma manual por una persona, su sistema de Inteligencia Artifical perteneciente a Aurora (compañía dedicada a desarrollar vehículos autónomos), se dedicaba a analizar lo que ocurría a su alrededor y a mejorar su software a partir del comportamiento de las motos, algo que servirá para que otros coches autónomos aprendan a detectar y reconocer las motos.
Con este experimento se podrá desarrollar el sistema en los coches autónomos no solo para que reconozcan a las motos, sino para que además puedan distinguir qué tipo de moto es la que pasa a su lado, ya sea una tipo trail, una cruiser, una deportiva, etc.
Además de las pruebas en las que las motos pasaban a los lados del coche o circulaban por detrás de él, uno de los test más importantes fue frenar delante de estas motos. Cuando el coche va en modo autónomo le resulta más difícil saber que tiene una moto delante ya que no tiene la misma suferficie que un coche. La cosa se complica además si la moto se para en un lateral del carril (buscando una vía de escape) en lugar de pararse en el centro.
Con este estudio al menos sabemos que alguien se preocupa por la seguridad de las motos y la reacción de los coches autónomos ante ellas. La cuestión es saber cuánto tiempo hará falta para que en cualquier tipo de situación estos vehículos sepan que circulamos a su lado y no nos atropellen porque no se han percatado de que rodamos a su lado como ocurrió en este accidente.
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