BMW sigue fiel a una de sus mayores cualidades, que no es otra que apostar por innovaciones tecnológicas siempre con vistas al aumento de la seguridad. Su última creación es el ASC (Automatic Stability Control), un sistema de control de tracción que presentará el próximo 5 de febrero aplicado en el último modelo de la R 1200 GS, y que es parecido al que utilizan las máquinas de MotoGP.
Como cualquier control de tracción su cometido no es otro que aumentar el agarre, evitando así cualquier sobreviraje como consecuencia de aceleraciones bruscas o estados del asfalto. La centralita reduce el par del motor mediante el sistema de inyección, llegando a cortar por completo el suministro de combustible si así fuera necesario, cuando detecta que la rueda trasera gira a mayor velocidad que la delantera.
Vía | Motociclismo