Hay a quien la edad no le pesa si hay una moto de por medio. "Bah, la edad es un número más", y qué razón. Para los incrédulos, que se lo pregunten a Valerio Boni, un probador y periodista de 65 años que acaba de alzarse con un récord mundial sobre una moto con décadas encima... Y una historia muy particular.
A bordo de una especialísima Vespa 50 Special de 1979 acaba de recorrer más de 1.200 kilómetros en 24 horas en un circuito barcelonés. Y ha ganado a su anterior valedor, y no precisamente por poco.
Repostaba la Vespa en marcha, sin parar durante 24 horas
No hace falta una moto de 2024 para batir récords mundiales. Más bien lo que hace falta es coraje y ganas. La mejor prueba de ello es la Vespa 50 Special de 1979 de Valerio Boni, que acaba de hacerse con el nuevo récord mundial de mayor distancia recorrida en 24 horas por un scooter de 50 centímetros cúbicos.
Oficialmente certificado por el jurado del Guinness World Records, el nuevo récord para esta categoría es de 1.233,07 kilómetros. Eso suponen 305 kilómetros más que el récord pasado, establecido en 2005 por el australiano Mark Brown.
Pero casi que lo más curioso de esta historia no es el récord en sí, que también, sino que hace 45 años el mismo scooter logró una hazaña parecida, recorriendo 941 kilómetros en la pista de pruebas del fabricante de neumáticos Pirelli.
Misma moto... Y mismo piloto. Valerio Boni sigue siendo el mismo probador y periodista que entonces estaba subido a aquella Vespa. Entonces tenía 20 años (en 1979). La diferencia es que con 65 solo tiene más edad, porque las ganas de montar en moto y la pasión por las dos ruedas siguen intactas.
La moto es suya. Aquella Vespa de 1979 que en 2015 restauró de arriba abajo, manteniendo incluso las pegatinas originales. Curiosamente el récord se hizo aquí, en España. Si hablamos de pista de récord en forma de óvalo muchos ya sabrán de cuál hablamos: es la pista Terramar, un óvalo de 2 kilómetros construida y en 1923 y abandonada desde entonces.
24 horas dando vueltas a un óvalo, con una sola parada en todo el día para echarse agua en los ojos. Ni siquiera paró para repostar, porque la hazaña incluía un repostaje en marcha a 60 kilómetros por hora.