Europa se quiere cargar las Vespas más clásicas porque contaminan, pero los italianos van a salvarlas de las "locuras ecologistas"

Europa se quiere cargar las Vespas más clásicas porque contaminan, pero los italianos van a salvarlas de las "locuras ecologistas"
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La Vespa significa tanto que es difícil describirlo en unos pocos párrafos. En la historia de la industria de las dos ruedas copan un lugar importantísimo ya no solo a nivel de movilidad, sino que hablamos incluso de una cuestión cultural. Pero las más viejas, viejas son, y contaminan.

Mientras Bruselas quiere meter a las Vespa más viejas en la "lista negra" por ser contaminantes, los italianos han emprendido su particular lucha y movimiento. Y es tan descriptivo que se llama 'Salva Vespa'.

Objetivo: Salvar la Vespa

'Salva Vespa' o 'Salvar la Vespa' ha nacido oficialmente. Es un nuevo movimiento que acaba de arrancar en el país de la pizza con el objetivo de preservar la historia del scooter que ha movido y mueve a unas cuantas generaciones y millones de personas desde hace años. A estas alturas decir que la Vespa es ya símbolo parece hasta de Perogrullo.

El caso es que Salvar la Vespa es un nuevo movimiento que quiere impedir que las imposiciones de Bruselas afecten al ciclomotor nacido en Italia. Ciertamente tiene tintes políticos, ya que el movimiento ha sido aupado por La Lega, partido de extrema derecha. Concretamente Matteo Salvini.

La Lega ha presentado una propuesta de ley en el Senado italiano con el objetivo de que la Vespa Piaggio sea incluida como vehículo de interés nacional, lo que supondría excluirlo de las limitaciones de emisiones contaminantes de la Unión Europea.

Vespa 2 2024

Los italianos ven de "sentido común" que la Vespa deba ser incluida en esa definición: "Queremos salvar este icono revolucionario de los años 50 y 60, que ha representado una parte de Italia y de los italianos, y que, aún hoy, con más de 20 millones de modelos vendidos y circulando en el mundo".

Echan la culpa a Bruselas, argumentando que "no es transición energética, sino una locura que va en detrimento de nuestra historia, nuestra excelencia y nuestra identidad. Debemos oponernos a toda costa", dicen.

Ahora quedará por ver si la propuesta del partido derechista liderado por Giorgia Meloni sale adelante y las Vespas más clásicas se salvan del harakiri que los propios gobiernos tendrán que aplicar en sus territorios por instancias europeas.

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