No es por sonar conspiranoico ni, como muchos dicen, 'magufo', pero ciertamente vivimos en una época distópica. Muchos lo asemejan a un capítulo de Black Mirror, y la última noticia que llega desde Taiwán es totalmente inverosímil: han prohibido tumbar a los moteros más de 30º de inclinación.
Incluso han puesto en las llamadas "curvas de la muerte" (ya podemos intuir el motivo) unos radares que miden no solo miden el nivel de inclinación del motero, sino otras muchas 'conductas peligrosas'. Y si te pasas, multazo al canto.
Un radar que no solo mide el grado de inclinación, también conductas de los moteros
El debate entre dejar demasiada libertad a los moteros y un nivel más alto de víctimas está servido en esta ocasión. La noticia llega desde Taiwán, donde una carretera bastante peligrosa apodada como "las curvas de la muerte" son el punto de mira de las autoridades.
El alto nivel de accidentes en moto y las víctimas en la mencionada carretera provincial han provocado el enfado de las autoridades, que ha optado por poner unos radares muy particulares en la zona para evitar el continuo desastre con los moteros que van allí con el objetivo de tocar rodilla.
El radar es inédito, porque según informan los medios locales, toma una instantánea para el recuerdo del motero si se inclina más de lo necesario. Concretamente 30º, que en ningún caso podríamos considerar una inclinación exagerada. Para prueba, háganse sus cálculos con la infografía expuesta.
Como curiosidad, el récord de inclinación absoluto en moto lo tiene Marc Márquez, cuando en 2012 consiguió tocar con todo el cuerpo el asfalto, llegando a los 68 grados de tumbada.
En cualquier caso, el radar fotografiará y electrónicamente reconocerá el grado de inclinación del motero. Luego pasará por el ojo humano para confirmarlo, y multa al canto.
Lo increíble es que no solo reconoce el grado de inclinación, sino también otras tantas infracciones, o como ellos dicen, "comportamientos peligrosos" por parte del motero. Desde sacar la pierna, soltar las manos del manillar, el movimiento excesivo del cuerpo, tocar las manos o pies con el asfalto, ¡y hasta la generación de fricción o chispas al tumbar! No es un capítulo de Black Mirror, es la vida real.
La medida ya ha provocado el enfado de los motoristas del país, que incluso han cuestionado la legalidad de este nuevo radar. El desconcierto ha sido notable, con la gente preguntándose de dónde han sacado este sistema, y cómo es capaz de reconocer con precisión el ángulo de inclinación de las motos.
Todo esto en una etapa de la historia en la que podemos decir sin miedo, es la más segura para los motoristas. Los sistemas de seguridad y ayudas de las motos viven una época de oro, y cada vez a más. Como decía Jim Morrison, "prohibido prohibir, la libertad comienza por una prohibición". En este caso tanta prohibición es excesiva.