Ducati y Lamborghini lo han vuelto a hacer. Y de qué manera. La dupla de fabricantes italianos se ha sacado de la manga una moto que es un monumento, casi literalmente. La base de semejante preciosidad es una Streetfighter V4.
Los italianos le han cogido el gusto a eso de sacar ediciones especiales y limitadas como la de hoy. Y si sus motos ya eran obras de arte de por sí, esto es elevar al cuadrado el concepto.
Otra colaboración más con Lamborghini; y ya van tres
Centauro es el nombre de esta nueva Ducati, que más que una moto, es una auténtica obra de arte. Presentada en la Galleria Cavour de Bolonia, lo que ven tus ojos es uno de los ejemplares de la serie limitada Ducati Streetfighter V4 Lamborghini Speciale Clienti.
Es la curiosa continuación de un artista italiano, Paolo Troilo, que ya esculpió sobre un Lamborghini Huracán EVO una pintura. Pues ahora le ha tocado el turno al socio de Lamborghini, Ducati.
En cierto modo sí podemos decir que la moto era un lienzo en blanco porque el artista la ha pintado y detallado manualmente. Y menudo arte.
La Centauro rinde homenaje a su dibujo esculpido a mano y como podemos comprobar en el carenado, depósito, colín... Son los brazos de un hombre doblados en aceleración que emergen a los dos lados del depósito, y se completa con otras herramientas en la descomposición geométrica abstracta que caracteriza el resto de piezas de la motocicleta.
Naturalmente no ha perdido su esencia, fiel al corazón Desmosedici Stradale de 1.103 cc que rinde 208 CV a 13.000 vueltas. Remata escape firmado por el especialista Akrapovic y hasta embrague en seco, al estilo MotoGP, entre otras muchas pijadas como el paquete electrónico de su hermanita deportiva, la Panigale.
Saldrá a la venta, sí, pero para muy pocos afortunados y que tengan mucha pasta. En concreto, 63 unidades a razón de, ojo a esto, 70.000 euros. Probablemente una de las motos más caras de la historia, al igual que la anterior versión de Lamborghini que sacaron... Y que algunos decidieron robar hace unos días.
Naturalmente entre estos 63 clientes está también el propietario de Minotauro, que pidió a Ducati, Automobili Lamborghini y al artista Troilo que dieran vida a la obra de arte Centauro. Lo cierto es que los italianos siempre triunfan y acaban vendiendo en cuestión de horas estas ediciones especiales, de hacerlo, se embolsarán cuatro millones y medio de euros con estas joyas.