El Gran Premio de Alemania de MotoGP ha sido la erupción de un volcán llamado Honda. Desde hace años, incluso cuando Marc Márquez ganaba, el cráter ya echaba humo, avisando de lo que se venía. Algunos, incluido Márquez, no lo quisieron ver. Pero aquí está. El volcán ha erupcionado y la lava ya arrasa todo lo que pilla a su paso, incluido Márquez.
Ahora parece que Márquez quiere huir de Honda, pero... ¿esta historia no les suena familiar? Un gran campeón español atrapado por la burocracia de Honda. Es muy parecido a lo que le ocurrió a Fernando Alonso hace algo menos de una década, y de aquella penosa aventura en la Fórmula 1 puede aprender Márquez bastantes cosas.
Alonso se separó de Honda... y Honda comenzó a ganar en F1
Alonso estaba cansado de ser subcampeón en la Fórmula 1 impotente ante el dominio de Mercedes y decidió marcharse a McLaren para aprovechar el regreso de Honda. Pero los tres años (2015-2017) fueron una masacre de averías, encontronazos y frases lapidarias, como el "motor de GP2" que soltó Alonso por radio en Suzuka, el circuito de Honda.
Lo primero que hay que aprender de aquello es que quizá salir de Honda no sea lo más acertado si no es directamente para ir a la marca que está dominando, en este caso Ducati. Sí, las crisis de Honda son profundas, pero al final siempre vuelven a las posiciones de cabeza, y eso ya es más de lo que puedan decir otras marcas.
Fernando Alonso forzó la separación de McLaren y Honda para la temporada 2018 después de un mundial en el que McLaren acabó penúltima de la Fórmula 1, y Alonso solo sumó 17 puntos. En 2019 Honda volvió a ganar carreras, concretamente tres, mientras que en 2021 Honda ganó el mundial de Fórmula 1 con Max Verstappen.
En 2022 Honda repitió título y en 2023 de momento han ganado todas las carreras de lo que llevamos de temporada. De hecho, Aston Martin, el equipo actual de Fernando Alonso, ha llegado a un acuerdo con Honda para que le suministre a ellos los motores. Es decir, al final Alonso volverá a recurrir a Honda para ganar.
Y aquí viene la segunda lección. Si te vas de Honda, hazlo con respeto. La salida de Alonso de la marca del ala dorada fue tan abrupta que Honda le vetó en futuros proyectos durante muchos años. Ha tenido que pasar una década para que Honda vuelva a aceptar ver a Alonso encima de uno de sus coches, o al menos eso dicen. Aún no ha pasado.
El motorsport da muchas vueltas y, aunque ahora no lo parezca, Honda es un valor seguro. Las marcas siempre están, los pilotos desaparecen. Después de once años de relación y seis títulos mundiales de MotoGP juntos, lo menos que merece Honda por parte de Márquez es una separación amistosa. Y no van a aceptar menos que eso.