La penitencia de Johann Zarco: de piloto oficial KTM a perder su asiento y toda la confianza de la marca
Sabíamos que Johann Zarco y KTM iban a separar sus caminos al finalizar esta temporada, pero lo que nos cogió a todos por sorpresa fue la decisión de KTM que se hizo pública el pasado martes de fulminar al piloto francés de su alineación.
KTM ha puesto de vacaciones a Zarco antes de lo que ambas partes habían pactado y ahora el piloto se ha quedado no solo sin contrato para 2020, sino sin la posibilidad de terminar la temporada 2019 y, además, bloqueado hasta que finalice el Gran Premio de Valencia.
La decisión unilateral de KTM
En lo que KTM denominó una "reorganización de prioridades" dentro del escueto comunicado publicado el martes, Johann Zarco se ha quedado en la situación más precaria de su vida deportiva. Traduciendo a palabras corrientes las expresiones políticamente correctas de KTM, la decisión de Zarco de no seguir con ellos en 2020, la falta de feeling del piloto francés con la RC16 y su ausencia de motivación estaban minando el desarrollo de una moto en pleno auge.
La KTM RC16 está dando pasos adelante tal y como confirman los resultados de Pol Espargaró, quien se metió segundo en parrilla y acabó la carrera en séptima posición durante el GP de San Marino. Miguel Oliveira también ha mostrado progresos. Zarco no. Zarco no ha sido capaz de entenderse con la moto desde que se subió a ella en los primeros test de pretemporada.
La ambición de los de Mattighofen la conocemos todos, y en esta ocasión se ha cobrado lo que quedaba de temporada junto a Zarco. En su lugar van a subir a Mika Kallio y van a empezar a probar componentes de la moto de 2020 desde este mismo GP de Aragón.
Con todos los ojos puestos sobre KTM, Mike Leitner ofreció una rueda de prensa en la jornada de ayer explicando la visión de la marca. Para ellos ha sido una cuestión de seguridad puesto que "arriesgaba demasiado sobre la moto al no sentirse seguro, sin poder adaptar su estilo de pilotaje. Nos surgieron dudas sobre su seguridad y el peligro que suponía que un piloto le diga a su marca que no puede pilotar su moto".
Según Leitner, KTM ha hecho todo lo posible por ayudar a Zarco ofreciéndole soluciones técnicas, piezas y recursos para que pudiera sentirse más cómodo pilotando, pero no ha sido posible dar la vuelta a una tortilla que ya estaba oliendo a quemado.
Quitándose responsabilidades, el responsable técnico de KTM también apuntó que "la decisión de no seguir juntos fue de Zarco, así que no tenía sentido presionarle para correr otras seis carreras. De cara al proyecto y a todos lo mejor es parar ya".
"Para el proyecto no es nada bueno escuchar constantemente que la moto va mal, fatal", aseguró Leitner desde una posición bastante incómoda también para la marca. Entre tanto, Pol Espargaró apuntó que "es una situación que se veía venir. Zarco no lo estaba pasando bien ahora, pero tampoco lo estaba pasando bien antes. No era feliz encima de la moto".
Zarco busca soluciones a la desesperada
Vestido con una camiseta de Alpinestars y sólo con una gorra de KTM. Así llegó ayer Zarco a Aragón y allí pudo explicar cómo se siente. "Es como si la Tierra hubiera desaparecido bajo mis pies", se lamentó el piloto francés. Zarco quería "acabar la temporada siendo profesional, ayudando en el desarrollo de la moto y siendo todo lo rápido que pudiera".
No es de extrañar la frustración de Zarco. El hasta ahora piloto oficial de KTM se enteró vía telefónica de la noticia que le dejaba ya no en el banquillo, ni siquiera en el vestuario. Zarco ya no es un hombre de confianza para KTM y ni siquiera está convocado por la firma para acudir a las carreras de lo que resta de temporada. "Es comprensible pero es difícil de entender. Quería demostrar que era un piloto profesional", apuntó el piloto.
Aún así, liberado de sus obligaciones como piloto de la marca naranja, Johann ha acudido al Gran Premio de Aragón que se celebra este fin de semana y allí ha podido explicar su situación. El galo está atrapado, lo sabe, y la cara con la que ha explicado su situación es una mezcla entre incredulidad, ingenuidad y miedo a un futuro que no pinta nada bien.
El comportamiento de Zarco durante estos años ha sido un tanto errático, y la situación actual que vive el talento francés es producto de una serie de malas decisiones y un entorno inapropiado. En 2019 Zarco pactó hablar con Alberto Puig para tratar una eventual llegada al equipo de HRC mientras que el manager del piloto, Laurent Fellon, cerró un acuerdo con KTM dejando a Honda en la estacada.
Zarco habló con Puig y le pidió disculpas personalmente, pero la actuación de Fellon derivó finalmente en que Johann despidiera a su manager. Posteriormente a la salida de Fellon, el mítico Jean-Michelle Bayle entró como coach del galo. Su asesoramiento no ha durado ni unos pocos meses, pues en el GP de Gran Bretaña ya no estuvo junto a Zarco.
La exasperación de Zarco le ha llevado a quedarse sin moto y en una situación muy precaria. Quedan dos meses hasta que se termine la temporada con el Gran Premio de Valencia. Dos meses en los que Zarco no va a poder competir y al mismo tiempo está con las manos atadas.
El piloto es libre de negociar con quien quiera, pero KTM le mantiene en plantilla hasta el final de 2019, por lo que no se puede subir a ninguna otra moto. Entre tanto, todos los asientos de MotoGP están ocupados para la próxima temporada, así que Zarco sólo tiene tres opciones viables: WSBK, Moto2 o piloto de pruebas para alguna fábrica (quizá con Yamaha).
Con Zarco durmiendo en su motorhome en el GP de Aragón es de esperar que no esté en MotorLand para estar de espectador en el box de KTM, sino haciendo contactos a la desesperada y bajo un supuesto apoyo de Dorna para retenerle en MotoGP. Rumores hablan de acercamientos entre el francés y Suzuki, pero también de la eventual sustitución de Jorge Lorenzo en Honda.
Entre tanto Mika Kallio es el hombre más beneficiado. Un piloto que ha sabido ganarse la confianza de una marca trabajando en la sombra volverá a disputar una carrera más de un año después de su último wild card. El retorno a la competición de un piloto que si lo hace bien podría ganarse un asiento fijo para 2020.