La imagen que podéis ver arriba no me deja otro alternativa que empezar con un tópico entre los tópicos: los pilotos son de otra pasta. Y es que Valentino Rossi os podrá gustar más o menos, pero lo que es innegable es que esta vez sí que ha demostrado que no es de este planeta, porque que ayer mismo se haya montado en una moto es algo alucinante. Y es que, hace sólo ¡un mes! estaba siendo operado después de haberse roto la tibia y el peroné de su pierna derecha en los entrenamientos de Mugello, como todos recordaréis. Me quedo sin palabras…
El caso es que ha decidido probarse la pasada tarde en el circuito de Misano, y es que todos los rumores apuntan a que su intención es volver en la próxima cita mundialista, en el trazado alemán de Sachsenring. Ya de entrada hay que agradecerle el detalle al italiano, porque el aburrimiento en las carreras está llegando a unos niveles insufribles, con el dominio aplastante de un Jorge Lorenzo que ha tomado por costumbre pasearse los domingos. A estas alturas creo que pocos pueden afirmar que no se le echa de menos, porque se le echa, y mucho. Pero vamos a la prueba de ayer que es lo que nos interesa…
Para la ocasión no ha podido contar con su habitual Yamaha M1, así que le han pedido un favorcillo al equipo Yamaha Sterilgarda del Mundial de Superbikes, y le han dejado una de las Yamaha YZF-R1 de James Toseland, eso sí negra y con un cuarenta y seis imprescindible. También para la ocasión Dainese se ha encargado de hacerle el mono un poquitín más suelto por la zona afectada, para no apretar ni obstruir el vendaje. Valentino ha realizado dos tandas, en la primera ha dado diez vueltas y catorce en la segunda. Por supuesto el crono en este caso era lo de menos, aunque evidentemente ha quedado bastante lejos (unos cinco segundos) del tiempo habitual con una Superbike. En cualquier caso, queda claro que lo importante de esta prueba era ver cómo se sentía encima de una moto, tanto física como mentalmente, así como hacerse una idea más aproximada de cuándo podrá volver realmente a los circuitos.
El jefe de su equipo, Davide Brivio, ha valorado en su twitter la prueba realizada ayer por Valentino en Misano con estas palabras:
Parece que ha sido un test normal. De momento, parece que la pierna está bien. Vale ha hecho un buen trabajo. Todavía siente dolor, pero ahora sabe cómo mejorar. La última vuelta no fue del todo mala.
La verdad es que volver a verle encima de una moto ya es una alegría tremenda, y ojalá que los rumores de su inminente vuelta sean ciertos, ya que todavía no hay una decisión firme a este respecto. Lo importante es que se recupere bien, pero hoy ya ha podido sentir las ganas que tenemos todos de verle otra vez en pista. Que MotoGP necesita a Valentino Rossi es algo que no se puede negar. De momento ayer dio el primer paso, y yo que me alegro. ¡Senza Vale, non vale!
Vía | motoblog.it
Fotos | Asphalt & Rubber