Hace menos de tres meses una noticia impactó al mundo del motociclismo. Carlos Tatay sufrió un accidente en el circuito de Portimao que le causó una lesión medular. Tatay se ha quedado en silla de ruedas a causa del accidente, y ahora acaba de conceder su primera entrevista tras la lesión en el canal de YouTube de Nico Abad.
En esta impresionante entrevista, Tatay cuenta cómo fue un accidente del que lo recuerda absolutamente todo, explica su proceso de recuperación pero, sobre todo, impacta por un espíritu contagiosamente optimista. Un ejemplo de superación en 17 minutos de vídeo que ningún motero se debería perder.
Tatay tiene parcialmente seccionada la D8, pero volver a caminar aún es posible
"Siempre dije que quería una vida sobre ruedas, pero no esperaba esto". No es la broma que uno espera de una persona que lleva dos meses y medio en silla de ruedas, pero es toda una declaración de intenciones. Tatay se ha propuesto "salir de ésta" y "demostrar todas las cosas que se pueden hacer en silla de ruedas". "Me niego a no vivir igual", es su mantra.
Tatay sufrió un accidente a final de la recta de Portimao durante la carrera de Moto2 del JuniorGP, a principios del verano. Perdió en control de la moto y deslizó por la escapatoria contra el muro, un accidente que recuerda perfectamente: "No fue agradable la sensación de chocar contra el muro y no sentir nada. Era como si estuviera muerto. De cuello para abajo no podía mover nada".
Tatay tiene una sección incompleta de la D8, lo que significa que aún hay posibilidades de que vuelva a caminar, pero "no se sabe cuántas. La médula está muy inflamada y no se ve el alcance de la lesión". El piloto español cuenta cómo están siendo sus ejercicios de recuperación, sus sesiones de gimnasio y su nueva afición, el handbike. Todo en el centro de rehabilitación en el que permanece interno en Toledo.
Solo media hora después del accidente, Tatay cuenta que "ya en la ambulancia pedí que llamaran al centro para empezar la recuperación. Yo ya sabía lo que tenía". Tatay lleva tres meses sin mover las piernas, y para él correr en moto ha pasado a un segundo plano: "quiero volver, pero la prioridad es vivir".
Y es que Tatay ha tenido momentos bajos, por supuesto. "En el GP de Austria vi la clasificación de Moto2 y me puse a llorar. No estaba preparado. Pero ahora sí veo motos. No mola, pero hay que aceptarlo y lo disfruto". Por encima de todo, el español ama las motos: "No las odio, las amo. Si me hubiese pasado haciendo otra cosa estaría más cabreado".
Luchar por victorias y podios de momento se ha acabado, pero ahora Tatay tiene otro objetivo: "Cuando estoy en el cuarto llorando, porque hay momentos de esos, pienso que si no es por mí, lo tengo que sacar adelante por mi familia". Rezumando este coraje y optimismo, las primeras piedras para conseguirlo ya están puestas.