Ya ha comenzado el Gran Premio de Austria, y lo ha hecho bajo una climatología un tanto complicada. Esta mañana ha empezado a diluviar a los pocos minutos de comenzar los primeros libres de Moto2, lo que ha convertido la sesión en una debacle con decenas de pilotos por los suelos. ¿La culpa? Un asfalto crítico que se convierte en una pista extremadamente deslizante al contacto con el agua.
Los pilotos no están nada contentos, pero ha sido Dani Pedrosa el que se ha mostrado más crítico con el trazado propiedad de Red Bull durante la rueda de prensa posterior a los entrenamientos.
Muchas caídas y pocas escapatorias en Austria
"En mi opinión muchas de las caídas no han sido culpa de los pilotos. Tenemos que hablar de ello muy seriamente en la Comisión de Seguridad", afirmaba el de Honda preocupado. Lo cierto es que hemos podido ver cómo en Moto2 una tormenta de caídas echaba por tierra la sesión de muchos pilotos.
Las caídas no se han producido por perder la rueda delantera yendo más allá del límite en los pasos por curva, sino que muchos de ellos se han producido al cerrarse la dirección en frenadas con la moto completamente vertical. Esta sintomatología denota una falta absoluta de agarre cuando el asfalto no está completamente seco, incrementando exponencialmente la peligrosidad de la pista austríaca.
El peor parado del día ha sido Danny Kent quien se iba al suelo justo delante de Álex Márquex cuando el de Marc VDS también se caía y cuya Kalex acababa impactando contra el piloto británico. El saldo fue una fuerte contusión en el glúteo.
Unido a la falta de agarre, sigue preocupando la ausencia de escapatorias suficientemente grandes para una pista donde se superan los 300 km/h. El año pasado, el año de estreno de Red Bull Ring en el calendario del Campeonato del Mundo de MotoGP, ya hubo que comer unos metros al asfalto con el piano exterior de la última curva para que los pilotos no se acercasen demasiado al muro, pero no es ni mucho menos suficiente.
Fotos | Ducati Press, Repsol
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